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domingo, 24 de febrero de 2019

BLOG 28 - EL BIOMÉDICO NECESITA IDENTIDAD Y RECONOCIMIENTO ¿QUÉ HACEMOS?




La tecnología nos alcanzó intelligeos. Avanzó tan rápido que no tuvimos tiempo de desarrollar la filosofía con la que debíamos aplicarla. Queremos pensar que por las necesidades demandantes en salud, le dimos prioridad a desarrollar los equipos para salvar la vida, olvidando algo todavía más importante: La bioética tecnológica.

¿En qué momento olvidamos desarrollar nuestra identidad? ¿Qué hicimos para que nuestra profesión no fuera tomada en cuenta? ¿Por qué hay muchos ingenieros biomédicos mal pagados? ¿Por qué si la necesidad existe, no se contratan? ¿Por qué en muchos hospitales el biomédico es sólo una máscara para pasar las demandas de COFEPRIS y no utilizado como una herramienta de progreso? ¿Por qué la tecnología médica continua subestimada? ¿Dónde quedó la filosofía que compromete a la bioética y las prácticas correctas? ¿Dónde están nuestros principios hipocráticos? ¿Por qué razón tenemos que baratear nuestro trabajo? ¿Qué acaso nuestra labor no es igual de digna? ¿Por qué si somos profesionistas, muchos de nosotros no ganamos más de 6mil mensuales? ¿Enserio se cree que no somos fundamentales?

Muchos de ustedes me dirán: A mí no me pagan 6mil mensuales, yo gano más. Qué bueno por ti amiguito, pero somos muchos más los que estamos iniciando, batallando y sobreviviendo con ese sueldo. Tal vez no tuvimos la misma suerte o simplemente no sabemos vender y estamos aprendiendo. Sigamos.

Como siempre lo hemos dicho, la biomédica es un pilar importante para sostener un hospital.
Actualmente la biomédica está tomando mucho revuelo (es una carrera que las universidades venden con el nombre “multidisciplinaria, pero creemos que sigue faltando algo). Sólo basta con ver las estadísticas laborales y nos daremos cuenta que año con año, son más las universidades las que ofertan la carrera y que año con año la cantidad de profesionistas también aumenta. Esto quiere decir que ¿Si las universidades están abriendo espacios  para la biomédica, entonces existe una demanda en crecimiento? Bueno, eso no es del todo  correcto.

Vamos a echar un vistazo:

En la gran mayoría de los hospitales públicos y privados no existe como tal el nombramiento de ingeniero biomédico,  a muchos de nosotros nos contratan con perfiles distintos (administrativos o técnicos de mantenimiento), exigiéndonos actividades que no se relacionan necesariamente con nuestra preparación.

Entonces el primer paso es: Vamos a explicarles a los hospitales qué hace un ingeniero biomédico, cómo podemos aportar soluciones, qué necesitamos para mejorar la condición actual, cómo podemos prevenir fallas a pacientes, qué procesos son necesarios para mejorar la atención: ¡IMPLEMENTACIÓN DE UN DEPARTAMENTO DE BIOMÉDICA!

Basados en nuestra corta experiencia implementando departamentos ingeniería biomédica, podemos afirmarte con la mano en la biblia que: Vender una idea es más difícil que vender un equipo médico. Es muy simple: Ve a tu hospital más cercano y ofrece un equipo médico. Posteriormente ve a ese mismo hospital y vende el concepto de ¿Por qué necesitan un ingeniero biomédico? te darás una idea de porque afirmamos lo anterior.

Entonces imagina un momento, si ni siquiera existe un perfil de contratación ¿Cómo esperamos que contraten a un biomédico si no saben QUÉ HACE un biomédico? Interesante paradoja.
En segunda instancia, los hospitales que ya cuentan con ingeniero biomédico, lo tienen limitado para la toma de decisiones. Simplemente contratan a un ingeniero biomédico para las acreditaciones y certificaciones, pero después le quitamos poder y lo dejamos haciendo actividades básicas, a veces no  necesariamente de ingeniería biomédica.

En tercera instancia nos enfrentamos a un medio que fue barateado por personas que no tienen la mínima idea de que es la ingeniería biomédica y el respeto que se le debe tener. Personas con mucho capital que venden equipamiento médico sin siquiera preguntarse ¿Cómo impacta la tecnología que vendo en una persona? ¿Realmente conozco las implicaciones legales que este trabajo con lleva? Y es que el problema no es el negocio, el problema es que tampoco desean cambiar ese estado mental. Suena drástico, pero si no lo señalamos ¿Cuándo lo vamos hacer?

Por otro lado necesitamos establecer convicciones, nosotros como biomédicos tenemos una responsabilidad hacia nosotros mismos y hacia nuestros terceros. Nos toca cuidar a las personas que nos rodean. ¿De qué sirven tantas materias en la escuela, si no tenemos un gramo de empatía y respeto por  nuestro entorno?

Necesitamos una identidad y para lograrlo debemos hacerlo todos.

¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo creamos una identidad profesional? ¿Cómo mejoramos todas nuestras condiciones laborales? ¿Cómo logramos el reconocimiento?

Te vamos a contar una historia, una de muchas de cuando implementamos departamentos de ingeniería biomédica. Prepara tu café, tus galletas y tus ojos, comenzamos:
Un día estábamos en la escuela y honestamente sentíamos que necesitábamos hacer algo más que sólo ir a clases, llegar a casa, hacer tareas y dormir. Como dice el dicho: Dios los hace y ellos se juntan. Necesitábamos algo más.

Decidimos reunirnos esa tarde en la biblioteca de nuestra escuela y llevamos hojas blancas, plumas y un marcador. Teníamos la intención de hacer un plan de trabajo para la implementación de un departamento de ingeniería biomédica y lo íbamos a terminar.

Imagínate un momento, éramos estudiantes de 5to semestre, desarrollando un plan para la implementación de un departamento de ingeniería biomédica, para cualquier hospital que nos dejara hacerlo.

El primer demonio que debes enfrentar, es el miedo al fracaso. Porque una vez terminado el plan de trabajo nos llovieron una bola de dudas: ¿Quién va querer contratar a unos estudiantes de ingeniería biomédica sin experiencia? Ni siquiera nos van a recibir ¿Para qué vamos? No conocemos a nadie, la vamos a regar.

Lamentablemente ese miedo bloquea muchos de nuestros objetivos en la vida. Lo llamaremos: El maldito miedo.

Imagina por un momento, estudiantes de ingeniería biomédica de 5to semestre haciendo un plan de trabajo para la implementación de  un departamento de ingeniería  biomédica en un hospital que no sabe lo que hacemos.

No teníamos ningún conocido, no sabíamos a qué hospital asistir, no teníamos recomendaciones, jamás habíamos implementado uno y por si fuera poco: Nadie de nosotros sabía vender chido.
Pero teníamos un arma secreta: Google.

Bueno, pues fuimos a tocar puertas. Para no hacerte el cuento largo, 4 hospitales (Que actualmente ya tienen su departamento porque nos hablaron 2 años después) nos cerraron las puertas, bajo el argumento:

“Llevamos 30 años trabajando así, nunca hemos necesitado de un biomédico, gracias”
Pero no todo estaba perdido, llegamos de pura suerte a otro hospital que no mencionaremos por respeto y prudencia. El director médico nos escuchó con mucha atención y sin pensarlo nos dijo: Nos vemos la siguiente semana para iniciar el proyecto.

La vida se compone de oportunidades que a veces tú entregas y otras veces te tienen que entregar.
Llegamos a ese hospital muy emocionados el primer día. En la siguiente lista vamos a enumerar los golpes bajos que recibimos y nos hicieron más fuertes:

1.       Para empezar no había lugar para nosotros, nos mandaron al sótano donde guardaban los triques y si con eso no te agüitas: A lado estaba el mortuorio ¿Imaginas el miedo que sentíamos cuando oscurecía? Ese cuartillo tenía alacranes, olía a humedad y la señal de internet no llegaba.
2.       No teníamos herramienta. Le preguntamos a los de mantenimiento y solo tenían unos cuantos desarmadores, pinzas y llaves. Nos dijeron que el trabajador anterior se peleó con el hospital y se robó casi toda la herramienta.
3.       Empezamos a generar información estadística de las condiciones del hospital y para serte sincero, nadie nunca la vio. Siempre la entregábamos, siempre la mandábamos por correo pero en las juntas nadie nos preguntaba y consultaba.
4.       Nos dimos cuenta que nadie tenía idea de nada: Había inventarios de hace 10 años, había equipamiento médico guardado de hace 5 años y otros en uso de hace 30 años, no existían los planos del hospital, nadie sabía dónde estaban los contactos eléctricos principales, las condiciones del agua y tuberías etc.
5.       Nos llamaban los “bioquímicos”.

¿Te das cuenta de las condiciones con las que iniciamos? A un con eso seguimos adelante, ya estábamos ahí, teníamos que desarrollarlo y terminarlo. En esa etapa de aprendizaje entendimos muchas cosas, la más importante: Que necesitábamos hacernos de una identidad y un respeto.

Empezamos por realizar las actividades de gestión de equipamiento médico: ¿Cuántos hay? ¿Qué sirve y qué no sirve?

Posteriormente después de clasificados, les realizamos su identificación y generación de información para sus bitácoras. Pedimos al director unas carpetas y empezamos a documentar.
Pasaron los meses y no veíamos un cambio radical, hasta que…

Nos llamaron un día en la noche: Bioquímicos podrían venir al hospital, tenemos un problema con la esterilizadora, no funciona y necesitamos tener todo para antes de las 8, pues tenemos 5 cirugías que no podemos cancelar. Ya notificamos al proveedor de servicios y dice que está en México, que no puede llegar hasta mañana ¿Qué hacemos?

Nos asustamos y le dijimos: Llámele al biomédico, nosotros somos los  bioquímicos.
Aquí es donde debes ser muy observador: Las oportunidades más grandes son aquellas que vienen ocultas en un fracaso o en un problema interesante.

Pues fuimos.

Lo resolvimos, si admitimos que tardamos 3 horas en entender que era una esterilizadora y dónde se prendía (Nos enamoramos de esos sistemas) pero al final no nos ganó. Al día siguiente realizaron las cirugías y comenzó a correrse la voz de nuestra victoria en los altos mandos.

Nos mandó llamar el dueño: Muchachos muchas gracias por apoyarnos ayer, sin ustedes habríamos  tenido que cancelar las cirugías. Gracias por su apoyo. De ahí empezamos a ganar más confianza, hasta que contrataron a uno de nosotros y fue un hecho el departamento de ingeniería biomédica, nos movieron del sótano, nos dieron una oficina y nos empezaron a decir: Biomédicos.

A partir de ese momento empezamos a trabajar en la construcción de nuestra imagen y lugar en el hospital. Poco a poco las personas comenzaron a reportarnos problemas y se creó una relación de confianza. En las juntas nos tomaban más en cuenta, e incluso nos pedían asesoría para la revisión de propuestas económicas y evaluación de proveedores.

Ahí estábamos, estudiantes de 5to semestre dirigiendo un departamento de biomédica, no fue la universidad, no fue una recomendación, no fue un contacto, fuimos nosotros con el sudor de la frente.
Suena muy sencillo, pero no es nada fácil. Esa primera experiencia nos formó un carácter. Actualmente ya hemos implementado 5 departamentos en el estado de Guanajuato y tenemos nuestro chaleco antibalas muy bien puesto. Esas experiencias nos formaron como equipo.

Entendimos que para mejorar poco a poco nuestro gremio, teníamos que empezar desde nuestra persona cambiando nuestras creencias.

1. Primero debemos creer en nosotros mismos. Confiar en que somos una herramienta importante para los hospitales y por tanto deben contratarnos. Nada de que: “No estoy listo o me falta experiencia”. Cree en ti y arriésgate. Te recomendamos que leas “Don Quijote de la Mancha”, una vez que hayas leído muchas historias de caballeros andantes, conviértete en uno y desafía a tus molinos de viento.

2. Segundo: Trabaja en equipo. Cuando recibes los golpes del fracaso y frustración, es mejor hacerlo en compañía, así las balas no se sienten tan feo. Muchas veces hemos fracasado como empresa, a veces sentimos que el mundo se nos cae encima, pero sabemos que al final nos vamos a reír de esto.

3. Tercero: Edúcate, instrúyete, síguete preparando, la carrera empieza cuando terminas la escuela. Hay una gran diferencia entre la escuela y el mundo real: En la escuela aprendes y practicas cosas y lo peor es reprobar un examen, en la vida real te pones a prueba, no puedes poner en riesgo la vida de una persona. Pero en las 2 también existen los dieces.

4. Adáptate: Ningún trabajo es el ideal, tendrás que ser flexible y hacer tu trabajo con los recursos que tengas a la mano. No te arrepientas de esta hermosa carrera, al contrario, tómalo con filosofía y disfrútalo. Ya vendrán tiempos mejores, paciencia.

5. Valórate como ingeniero biomédico, hagas lo que hagas: Ventas, servicio, clínica, investigación o consultoría. Todo esfuerzo por mejorar el mundo, siempre aportará un granito para cambiarlo, muchas veces no te darás cuenta, pero así es.

6. Muchas veces sentirás que nadie toma en cuenta tus consejos, tus reportes, tus observaciones, y sentirás que nadie valora tu esfuerzo. Tranquilo, todos estamos igual, lo importante es que debes seguir pateando hasta que ellos se cansen.

7. Comprométete con tus valores, no te corrompas, la corrupción es una enfermedad tan profunda que poco a poco debemos abatirla con pensamientos correctos, palabras correctas y acciones trascendentales.

8. No pises a otros profesionistas, instrúyelos, capacítalos, guíalos. Cuando ya no estemos aquí, sólo nos recordaran aquellos que ayudamos, enseñamos  y no dejamos solos. Impúlsalos.

9. Entiende que todos somos maestros y aprendices, acepta que no lo sabes todo y que es aceptable pedir ayuda.

10. El ego en exceso es enfermizo y destruye a las personas, mantén los pies en la tierra.
Es válido criticar nuestras acciones y cambiar nuestras creencias. Somos más la gente buena.

Gracias por leernos intelligeos, agradecemos su tiempo.
Gracias a mis compañeros de trabajo, cada esfuerzo va para ustedes. Gracias por ser mi fortaleza de la soledad.

Fotografía tomada de la página de facebook: Dr. muchacho

Beto de biomédica.

domingo, 17 de febrero de 2019

BLOG 27 - SI LA BIOMÉDICA ES EL FUTURO DE LA MEDICINA ¿PORQUE NO CONTRATAN BIOMÉDICOS?




Estábamos en junta con personas del IMSS un día caluroso del mes de Junio. Todos en ese momento necesitábamos que  el Dios cronos adelantara el tiempo y que por milagro sonara la alarma de fin de reunión. Teníamos un problema del tamaño de nuestro cansancio: la productividad en muchos hospitales estaba en descenso, había problemas de inversión tecnológica y muchas quejas y demandas por falta de atención a pacientes.


Muchos médicos estaban en paro laboral, pues demandaban condiciones dignas de trabajo.
¿Cuál era la lista de problemas?

·         En un hospital de tal delegación llevaban 4 meses sin realizar un procedimiento quirúrgico, porque las máquinas de anestesia estaban inhabilitadas, pues se habían robado los sensores de flujo y los anestesiólogos se negaban a poner en riesgo a los pacientes.

·         En otro hospital había una demanda vigente, porque un paciente se cayó mientras lo trasladaban de quirófano a sala de recuperación. El paciente alegaba que la llantita de la camilla se rompió y que fue a dar al suelo. Que se levantó y se subió a otra camilla.

·         Que en un hospital de tal municipio había un caso abierto de un paciente que demandó a una doctora, porque entró a una cirugía por un lipoma y  al finalizar sus pompis estaban quemadas. (Al parecer la unidad de electrocirugía hizo de las suyas).

·         En otro  hospital de tal lugar había una sala de rayos x que nunca se  había usado, porque a alguien se le ocurrió que era una buena idea instalarla  en un cuarto hecho de tablaroca.

·         En un hospital encontraron chinches dentro de una incubadora y por tanto COFEPRIS clausuro el área de UCIN y en otro un paciente murió porque durante un código azul, nadie sabía cómo prender el desfibrilador y por si fuera poco, cuando lo lograron encender, se apagó  porque la batería no funcionaba (algún despistado lo desconectó el día anterior para conectar el cargador de su celular).

·     Finalmente que en un hospital de tal delegación las enfermeras no querían trabajar en la CEYE porque decían que la esterilizadora hacia ruidos como de monstruo enojado y tenían miedo de que explotara.
Y así sucesivamente…

El director delegacional nos preguntó ¿Cómo podemos resolver estos problemas? ¿Necesitamos más dinero? ¿Más médicos? ¿Construir más hospitales? ¿Contratar a más enfermeras? ¿Traer más medicamento?¿comprar equipamiento médico nuevo?

Todos se quedaron callados.
Tenía hambre y el señor de las tortas de tamal que estaba justo enfrente ya se estaba yendo, tenía que actuar…

Necesitan contratar biomédicos, respondimos.

Bien, les explico:

En Japón en el año de 1970 hubo un boom tecnológico que benefició también a los  sectores de la  salud. Estos problemas que estamos tratando de resolver, los japoneses los vivieron hace 40 años y por tanto debemos retomar la voz de la experiencia.

Ellos entendieron que la tecnología juega un papel importante en el tratamiento clínico de un paciente. Dejaron de ver a los hospitales como centros de ayuda y consuelo y comenzaron a desarrollarlos como líneas de producción, donde el paciente es el producto y el conjunto hospitalario la fábrica que genera salud. Así como se escucha, optimizar recursos.

A partir de esto, empezaron a invertir en conocimiento. Iniciaron por definir espacios clínicos, direccionamientos de pacientes de acuerdo a su enfermedad, procesos de recepción de información e historiales, inversión en universidades para desarrollar investigación, definición de perfiles específicos, tabuladores de labor, clasificación de medicamentos, alcances y programas de vacunación y un sistema de inclusión rural, apoyos al sector privado para la subrogación de pacientes, la cartera de atención se amplió hasta padecimientos como el cáncer o trasplantes renales y desarrollaron campañas de atención quirúrgica.

Muchos hospitales (que ya eran considerados elefantes blancos) reabrieron sus puertas, muchos lugares de trabajo se otorgaron y a la gente se le obligó a prepararse. Desarrollaron programas de capacitación continua y con ello impulsaron la mejora de  los derechos laborales.
Muchas de las mejoras implementadas comenzaron a dar resultados interesantes. Pero había un problema que al paso de unos meses comenzó hacerse notar.

No existía un perfil específico para el manejo y operación del equipamiento y tecnología médica. Entonces ellos se reunieron también un día caluroso del mes de junio y se plantearon la misma pregunta:

¿Qué hacemos para resolver el problema?

Entonces uno de ellos habló (que también tenía hambre y se sentía presionado porque el señor de varitas de pescado se estaba llendo):

Si la biomédica es el futuro de la medicina entonces necesitamos un perfil multidisciplinario para el cuidado de la tecnología.

Necesitamos a una persona que tenga conocimientos básicos en medicina, pero también entienda los principios tecnológicos del equipamiento médico.

Otro añadió: si, esta persona aparte de saber medicina y tecnología, también debe establecer las normas jurídicas que garanticen la seguridad del paciente y la de los usuarios. Contando con  conocimientos básicos en ingeniería, electricidad y mecánica, sin perder el lado humanitario que se necesita para trabajar en un hospital.

Una persona que tenga conocimientos en ingeniería y medicina, que sirva como puente para hablar el mismo idioma de los médicos y los ingenieros, así que también entienda las necesidades de los pacientes y que cuide de ellos. Que tenga conocimiento de las normas y que sirva como soporte para la resolución de problemas derivados dentro del hospital.

Y ahora ¿Dónde se estudia para eso? ¿Cómo los preparamos?

Bueno, la historia de cómo desarrollaron sus programas de estudio es otro cuento. Lo que debemos rescatar de los japoneses son los planteamientos correctos que hicieron. Ellos observaron la necesidad de contar con una persona que tuviera conocimientos de varias ramas y entendieron la importancia de dicho perfil.

Es muy simple: La tecnología es el futuro de la medicina.

Entonces si aprendemos de lo que vivieron los japoneses hace 40 años ¿Por qué razón no invertimos en biomédicos? Entiendo que las condiciones son súper diferentes, pero creo que parte de los problemas suscitados vienen de la mano por la falta de contar con perfiles correctos en las instituciones.

¿Por qué razón necesitamos biomédicos?

Muy sencillo y lo haremos enumerando los problemas anteriores:

¿Por qué se robaron los sensores de flujo de la máquina de anestesia? Porque no había un biomédico responsable. Si hubiera uno, se harían revisiones diariamente y en caso de encontrar la ausencia de una refacción rápidamente se levanta reporte y se busca a los responsables. ¿Cuánto equipo médico no se roban de las instituciones y nadie se da cuenta?

¿Por qué se cayó el paciente de la camilla? Muy sencillo, alguien no verificó que las condiciones de las camillas fueran seguras, si hubiera un biomédico, por lo menos este pone al becario a realizar check list de las llantas y con ello previene una caída. (Recordemos las 7 metas internacionales de seguridad del paciente)

¿Por qué le quemaron las pompis al paciente que entraba a cirugía de un lipoma? Pues porque de seguro la placa de tierra tenía un falso, sumado a esto que tal vez la sala de cirugía no contaba con un sistema de extracción y tal vez había mucho gas anestésico en el ambiente, un chispazo y lo quemamos. Con un biomédico eso no pasa, pues realizaría las revisiones de seguridad de cada equipo antes de realizar una cirugía y prevenimos fugas de oxígeno, cortos eléctricos en la unidad electro quirúrgico etc.

Porque instalaron una sala de rayos x en una habitación de tablaroca, ¿Qué les puedo decir? El chiste se cuenta solo.

¿Porque nadie sabía prender el desfibrilador? ¿Porque la batería estaba descargada? Si hubiera un biomédico este realizaría una revisión por semana de las condiciones de funcionamiento del equipo, llevando su calendario de revisión, realizando una prueba de descarga y pegaría el papelito en su bitácora. Además de decirle a las enfermeras: No desconecte el desfibrilador.

Y así continuar por los siglos de los siglos amén.

Se quedaron en silencio, pensando.

Señores, un biomédico es una herramienta necesaria para mejorar las condiciones sanitarias de los hospitales. No se puede invertir en tecnología de punta, si no se cuenta con un personal capacitado para gestionarla y operarla. No necesitamos más dinero federal, lo que necesitamos es trabajar de manera distinta, invirtiendo de manera correcta, cuidando nuestros espacios hospitalarios.
Vamos a imaginar lo siguiente: Imagine que usted tiene un área de biomédica en su hospital ¿se ha preguntado cuales son los beneficios?

Primero: Usted tendrá a una persona encargada de que toda la tecnología médica funcione correctamente, por tanto, si la tecnología está al servicio, los médicos y enfermeras estarán contentos de contar con herramientas dignas de trabajo y esto da por resultado pacientes felices.

Segundo: Usted tendrá a una persona que cuide su bolsillo. Un biomédico no solo evalúa la compra de un equipamiento, también conoce el impacto que este tendrá en determinada área hospitalaria, por ejemplo: ¿Qué tipo de desfibrilador es mejor para una terapia intensiva? ¿Qué modelo de electrocardiógrafo es más completo para un área de urgencias? ¿Qué es mejor comprar: camillas nuevas o un auto último modelo?

Tercero: Usted tendrá a un biomédico que cuide  al hospital. El biomédico evalúa servicios, verifica que se realicen correctamente, documenta cada rutina de trabajo y al final de mes entrega indicadores cuantitativos para conocer el desempeño del hospital en aspectos tecnológicos.

Cuarto: Usted tendrá a un biomédico que atienda los reportes que le dan miedo. Por ejemplo cuando una esterilizadora no funciona poco antes de iniciar cirugías o cuando del digitalizador de hemodinamia se traba en mitad de una ablación. Eso sí es miedo.

Quinto: Usted tendrá a un biomédico que cuidara a los equipos médicos como a su propia vida. Impartirá capacitaciones y regañara a quienes desconecten los desfibriladores, monitores o que dejen sin agua a la esterilizadora.

Sexto: Un biomédico le va aligerar su chamba. Realizara todo el trabajo de evaluación tecnológica, manual de gestión de equipamiento médico, así como entrarle a los putazos con COFEPRIS.

Séptimo: El biomédico se encargara de que usted duerma tranquilo. Tenemos la bioética de siempre estar las 24/7 al llamado de emergencia del hospital, si algo sabemos hacer bien, es morirnos con usted en la raya.

Octavo: Un biomédico le va indicar al arquitecto que consideraciones debe tomar antes de construir un área hospitalaria, ya para que no vuelva a poner un equipo de rayos x en la sala de espera de pacientes.

Pero importante señores:

Para que un biomédico pueda trabajar necesita lo siguiente:
1.       Un espacio digno de trabajo. No un escritorio y una silla. Un espacio bien, donde en la puerta diga: Ingeniería biomédica. Donde todos entiendan que ahí hay un biomédico habitando.
2.       Una computadora útil. No queremos una computadora con Windows 97
3.       Necesitamos herramienta de trabajo. Y cuando digo herramienta hablo de: 1 analizador de desfibrilador, uno de seguridad eléctrica, un multímetro y herramienta general que ya se le vendrá pidiendo.
4.       Material de oficina
5.       Una cafetera. Amamos el café
6.       2 ingenieros más y si no se puede, por lo menos permítanos tener becarios, esos son bien necesarios.
7.       No me ponga a reparar su computadora, ni su tele ni su microondas. Lo hacemos algunas veces por amistad, pero no es nuestro trabajo.
8.       Necesitamos identidad. Que nos tomen en cuenta para los proyectos. No se vale que solo me busquen para cuando las cosas se tuercen.
9.       La más importante: No queremos un sueldo menor a 15 mil pesos mensuales. Si me pregunta ¿porque? se lo diré lentamente: Sin tecnología no hay hospital

Entonces que señores ¿a cuántos biomédicos vamos a contratar hoy? ¿Cuánto vale la productividad de un hospital? ¿Quién se invita las tortas?

Pd. Ya pasó 1 año que tuvimos esa reunión, los señores no han contratado biomédicos.
Seguiremos llendo a reuniones con gobierno y el sector privado y no nos vamos a cansar de decir:
Usted necesita un biomédico, somos muchos los que estamos esperando una oportunidad para hacer las cosas mejor.

P.D. Somos distribuidores de la marca NIHON KOHDEN. Para más información puedes enviar correo a: intelligeomedica@gmail.com y te haremos llegar nuestro material.

#Todossomosunafuerzaintelligeos
#intelligeomedica

Beto de biomédica.

miércoles, 13 de febrero de 2019

BLOG 26 - NO SIEMPRE LA INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA SE REALIZA EN UN LABORATORIO




Una ocasión la Secretaría de Salud nos invitó a visitar hospitales públicos en localidades comunitarias, con el objetivo de documentar muchas de las necesidades que se tenían y con ello desarrollar planes de inversión y gestión de equipamiento médico, con el objetivo de mejorar la operación de dichas instalaciones.
Encontramos muchas necesidades ocasionadas por una variedad de factores como la distancia, recursos no autorizados, falta de seguimiento para la compra y gestión de tecnología, fallas y necesidades correctivas, falta de documentación de tecno vigilancia y la más importante:
deficiencias en los servicios de mantenimiento preventivo. Era momento de establecer estándares y poner a muchos proveedores a raya. Se tenían que cuadrar.
Ese día muchos proveedores (que no vamos a mencionar) cortaron su amistad con nosotros y comenzaron a tirar tierra, otros tomaron de la mejor manera nuestras observaciones y mejoraron.
Hubo un grupo pequeño que simplemente desapareció. ¿Tuvieron miedo? Tal vez.
De todos nuestros recorridos hubo un caso que despertó nuestra curiosidad. En una comunidad conocimos a 3 familias que tenían un problema común: Las 3 tenían un paciente con insuficiencia renal crónico degenerativa causada por diabetes mellitus. Ellos tenían que trasladarse hasta 3 veces a la semana a león para recibir su tratamiento. El problema era que no siempre era posible realizar esto. Por ejemplo:
A) En ocasiones no había en existencia ambulancias para el traslado.
B) Tenían 2 máquinas de hemodiálisis en el hospital, pero no podían conectarlas, porque el proyecto en general nunca arrancó y mucho menos se llegó a un acuerdo para conectar una planta de tratamiento de agua para hemodiálisis.
C) Era un gasto considerable llevar y traer a su paciente, sin mencionar que las 3 familias eran de escasos recursos.
D) En ocasiones viajaban hasta león y les cancelaban la sesión porque había mucha gente o las máquinas no estaban en servicio.
¿Y si fuera tu familiar quien depende de esa sesión? ¿Es feo, no?
Imagina la impotencia de la familia al observar que su paciente empeora cada vez más por no recibir su tratamiento. ¿te das cuenta que necesitamos mejorar también las zonas rurales? No todo son los hospitales de tercer nivel, también debemos aportar soluciones de un menor costo tratando de mantener la calidad a hospitales comunitarios.
Como lo dijimos en una publicación anterior: No hay hospital pequeño si de salvar una vida se trata.
Entonces había varios aspectos a resolver, por un lado, toda la planeación que dirección médica estatal tenía que dirigir:
1. Contar con enfermeras con conocimientos en el manejo de pacientes con insuficiencia renal.
2. Contar con un nefrólogo de planta que se encargue de dirigir la sesión y consulta de los pacientes.
3. Inversión para insumos y material de curación.
4. Adecuación de las instalaciones para poder operar esas 2 máquinas.
5. La que nos correspondía a nosotros: Instalar una planta de tratamiento de agua para hemodiálisis.
Ojo aquí: Nosotros sabemos que para llevar la instalación y operación un centro de hemodiálisis implica muchísima normatividad, muchos recursos, mucha inversión y muchos estudios. Por cuestiones prácticas de nuestro escrito omitimos esa información porque el objetivo del texto es sensibilizar y mostrar un poquito de nuestra experiencia fabricando sistemas de ósmosis portátil.
Bien aclarado esto, sigamos.
La pregunta más importante era: ¿Cuánto cuesta construir una planta de tratamiento con ósmosis? ¿realmente vale la pena instalar todo un sistema para solo 2 máquinas? ¿habrá alguna forma de simplificar este sistema? ¿qué necesitamos para diseñar una ósmosis móvil? ¿Cuánto cuesta? ¿cuál será su capacidad de producto de agua y flujos de salida? ¿qué sistemas mecánicos y electromecánicos vamos a usar? ¿qué tipo de filtros? ¿cuantas válvulas? ¿Qué tipo de mangueras y conectores? ¿¿va funcionar con motor o con la presión del suministro es suficiente? ¿a qué flujos debe operar? ¿qué tipo de membranas se instalarán? ¿cómo vamos a reducir las UFC (¿unidades formadoras de colonias? ¿qué carajos vamos hacer? ¿el agua se va recircular? ¿cómo? ¿cuantas bombas?
Ya teníamos un problema, y también teníamos la experiencia de trabajar con sistemas grandes de tratamiento. Lo importante de esto es: ¿Cómo hacemos este modelo macro en uno micro de fácil traslado e instalación?
Bueno ahí es cuando volvemos a la academia y consultamos con nuestros profesores. Muchos de ellos nos ayudaron a plantear el problema, a darle pies y manos y finalmente a darle un nombre. Nos aportaron la visión científica y la respuesta a muchos porques relacionados con hidráulica, mecánica y dinámica de fluidos. Con todo esto nos formamos un criterio objetivo: Ya teníamos todo en papel, era momento de realizar la práctica.
¿Ahora a dónde vamos?
Otra cosa importante: Nosotros no inventamos los sistemas de ósmosis portátil, ya hay muchas empresas a nivel nacional que las venden. Lo que hicimos fue nuestro propio diseño, partiendo de modelos que ya existían, simplificando las dimensiones.
Muchas empresas nos cerraron la puerta en la cara, no entendieron que era para un bien común. No han entendido que la vida del paciente va primero. Aquí se podrían estar promocionando, pero bueno, sigamos. A ellos no les regalamos el gol
Hubo una empresa que nos recibió con mucho gusto. El ingeniero Zambrano nos explicó que el también hacia sistemas de ósmosis de magnitud mediana y que estaba pensando en un modelo más pequeño, pero que necesitaba manos jóvenes para impulsarlo.
La vida se encargó de reunirnos.
Él es nuestro maestro. Nos orientó en cada fase del proyecto, cada detalle nos lo explicaba y trataba de alimentar nuestra educación. Nos aportó el conocimiento técnico que necesitábamos. Nos enseñó aplicar cada cálculo y aterrizarlo en los sistemas de control.
Nos explicó e hizo ver la importancia que tiene el agua en una sesión de hemodiálisis. En pocas palabras, nos enseñó técnica, pero también nos hizo mejores personas.
Gracias ingeniero Zambrano, usted ya trascendió en nosotros.
Pasaron 6 meses de trabajo, después de 5 versiones contábamos con nuestro sistema construido, después de muchas fugas, motores quedamos, tarjetas de control achicharradas, mangueras rotas, filtros destruidos y muchas horas de estrés, habíamos encontrado nuestro modelo y estaba listo para ser instalado.
Desarrollamos un sistema de ósmosis portátil que se emplea como equipo fijo de alimentación directa (110v ¡no ocupas 220v!) en unidades pequeñas o servicios temporales o como equipo móvil con desplazamientos dentro de un hospital o clínica.
El modelo incluye una bomba interna como presurizador de entrada porque en el hospital o clínica donde lo instalaríamos no contaba con la presión de agua suficiente para su operación.
Este equipo puede conectarse directamente a la red de agua potable incluso si esta no alcanza la presión mínima de 20 PSI que se recomienda para las osmosis móviles disponibles en el mercado.
La osmosis cuenta con protección contra trabajo en seco por falta de agua u olvido en la apertura de alguna válvula o llave de alimentación, seguridad activada por flujo, no por presión.
También se diseñó con elementos sencillos y comerciales disponibles en México y el mantenimiento requerido es mínimo, básicamente consiste en el cambio regular de los filtros de cartucho y solo pesa 90 Kg.
La vida útil de una membrana de osmosis móvil depende de las características del agua con que es suministrada durante las jornadas de trabajo (presencia de cloro y dureza principalmente) así como de la cantidad de agua procesada.
En caso de saturación de la membrana por calcio esta puede ser recuperada a través de desincrustación simple en muchas ocasiones.
En pocas palabras, teníamos la manera de conectar este equipo con 2 máquinas al mismo tiempo en un hospital comunitario. ¡Solo necesitábamos una llave de agua! El sistema fue entregado. Dirección médica se encargó de gestionar al personal y echamos andar un espacio pequeño para hemodiálisis. A partir de ese momento las familias empezaron sus sesiones en su comunidad.
¿Te das cuenta cual es la importancia de estar en un hospital? Muchos problemas siguen ahí y necesitan ser resueltos. A veces no necesitas quebrarte tanto la cabeza, muchas de las soluciones están frente a nosotros y solo necesitamos detenernos a observar.
Matamos muchos pájaros de un tiro:
Resolvimos un problema real que encontramos en una comunidad.
Reaprendimos de nuestros profesores de la universidad y muchas veces nos jalaron las orejas.
Aprendimos a trabajar con sistemas de control
Entendimos profundamente como impacta una ósmosis móvil durante una sesión de hemodiálisis.
Pero la más importante: No siempre la investigación biomédica se hace en un laboratorio, también es necesario salir a toparse con problemas del entorno, que muchas veces solo necesitan: un tornillito, un cablecito o hasta una ósmosis portátil.
Biomédico debes estar orgulloso de tu profesión.
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Beto de biomédica

domingo, 10 de febrero de 2019

BLOG 25 - EL MÉDICO COMBATE ENFERMEDADES EL BIOMÉDICO DISMINUYE EL ERROR HUMANO





Recuerdo mucho que en clase de física experimental de primer semestre, realizamos una práctica que consistía en lo siguiente: Tienes una mesa y vas a medir 50 veces su largo con una regla. Estos datos los vas a comparar con otro compañero y pondrás tus observaciones.

Cuando realizábamos la comparación encontramos que todas las mediciones variaban entre sí. El profesor nos dijo que eso era una forma de error: El error humano y que siempre iba estar ahí, todo el tiempo acompañándonos. Y que nosotros como futuros ingenieros debíamos buscar la manera de siempre trabajar con esa incertidumbre de la manera más mínima posible.

Que toda medición tenía incertidumbres y eran ocasionadas por muchísimos factores:

·         La vista del estudiante
·         Las manos del estudiante
·         Si el estudiante había comido antes de venir a clase
·         Es más, si el estudiante estaba triste o feliz

Todas ellas son factores que determinan el error humano.

Un día al llegar a biomédica, mi superior me dijo: Beto debes estar al pendiente, van a traer un equipo nuevo que necesito recibas y verifiques que se instale en la sala 7. ¡Los reyes magos de nuevo!
La sala 7 era conocida por 2 cosas: porque dicen que ahí se aparece una enfermera fantasma y porque se realizan procedimientos de oftalmología. Mi superior comentó que era necesario que me quedara a capacitación de la noche y que finalizando pidiera un taxi para irme a mi casa.

En punto de las 8:00 pm llego la empresa con la que adquirimos el equipo, era un facoemulsificador. Debo admitir que me impresiono muchísimo.

Algo que me gusta mucho es conocer equipo médico de alta gama, pues eso implica un constante reto que nos obliga a estudiar, infórmanos y despejar muchas dudas. ¿Cómo es posible que un sistema biomédico haga tantas cosas? ¿Cuantas personas trabajaron en conjunto para este resultado? ¿Cuánto tiempo de investigación y práctica? ¿Cuantas carreras trabajaron en conjunto?

La capacitación estuvo medianamente bien, porque creo que los ingenieros pudieron haber profundizado en cuestiones más interesantes y no solo explicar lo más básico: Aquí se prende, así se pone la manguera, aquí se pone el cartucho, estas mangueras son de irrigación y aspiración, aquí tenemos la pieza de mano y finalmente este botón lo apaga.

Este gol se los voy a regalar: Muchas empresas no invierten en la educación y formación de su personal, una cosa es trabajar durante 10 años en una empresa y la otra tener realmente 10 años de experiencia. Son cosas que no son lo mismo.

Esto genera deficiencias porque la tecnología no es aprovechada al máximo y muchas veces se subutiliza el equipo médico limitando la gama de opciones para el uso médico, sin mencionar que el paciente al final es quien paga la factura.

Entonces ¿qué hacemos? Invertir en educación, formar técnicos, ingenieros de servicio y hasta vendedores que dominen las diversas líneas de equipamiento médico con toda su gama de servicios y opciones.

Hay vendedores que no saben vender, pero es peor un vendedor que no sabe lo que vende.
Bueno, sigamos.

Ese día de la capacitación quede maravillado. Teníamos en nuestras manos un equipo que brindaba soporte para procedimientos complejos como los de oftalmología. En mi vida jamás había escuchado de los procedimientos de facoemulsificaión y vitrectomía, eso era algo nuevo para mí.
Me sorprendieron todos los parámetros importantes que este equipo controlaba y más la manera en que lo hacía. Quería saber más.

A partir de ese día me lleve el manual a mi casa y cada noche lo traducía. Realmente en ese momento no sabía lo que iba a venir.

Después de 3 meses conocía muy bien el equipo. Diariamente media hora antes de irme a casa subía  a la sala 7 y aunque tuviera miedo de encontrarme a la enfermera fantasma (que nunca vi) encendía el equipo y jugaba con él.

Si lose, ¿quién en su sano juicio hace eso? La mayoría de nosotros solo queremos irnos a casa. Era en ese momento mi equipo favorito, luego llego el cartógrafo y me olvide de él(esa es otra historia)
Lo prendía, hacia altas de paciente, realizaba la calibración de gas, conectaba un casete de prueba, hacia pruebas de irrigación y aspiración, controlaba los flujos de acuerdo a diferente frecuencia, conectaba la pieza de mano y la hacía operar a diferentes secuencias y giros.

Mientras todo eso pasaba leía muchos documentos acerca de diversas patologías oftalmológicas, procedimientos de vitrectomía, facoemulsificaciones y cataratas. Enserio me traume durante meses.
Comencé a dominarlo tanto que empezaba a realizar mis primeras  capacitaciones.  Iban médicos, enfermeras y pasantes, incluso de otros hospitales a conocer el equipo y familiarizarse con él. Ahí nació mi gusto por la enseñanza. Eran tiempos buenos que a veces extraño.

Un día que era de noche justamente en  mi hora de salida. Tomé mi mochila y preparé mi casco, mis llaves y mi gafete. Iba en camino al checador cuando me detiene una enfermera. Beto por favor pasa urgentemente a sala 7, hay procedimiento de oftalmología y el “faco” se trabó. El Dr. Está muy nervioso, pues el equipo no está aspirando. El Dr. está manteniendo el ojo del paciente con solo irrigación para no dañarlo.

¿Qué piensas en ese momento? Que le llamen al especialista, yo solo soy un biomédico que quiere ir a casa. Naaaa es broma, me subí corriendo a vestidores y mientras me preparaba pensaba: ¿qué carajos vas hacer betito?

Dicen que una gran decisión siempre se acompaña de un: chingue su madre.

Llegue a sala 7, abrí la puerta y me presente: Hola soy beto de biomédica, me comentan que tiene un problema con el equipo ¿tengo autorización de pasar? El Dr. No me miró, solo asintió con la cabeza. Él estaba muy nervioso, pues el paciente ya estaba abierto y no había marcha atrás.
Aquí es donde te digo algo importante: Debes estar listo para estos momentos. Muchas de las veces nos piden que tomemos riesgos, sí, eso es importante. Pero hay que tomar riesgos con mucha inteligencia, con preparación y con un sentido.

Decía Steve Jobs: No puedes unir los puntos del presente al futuro, pero si puedes unir los puntos del presente al pasado.

Observe que el equipo presentaba una alarma que decía oclusión de cartucho. ¿Qué significaba? Que  el equipo no llevo a cabo las debidas calibraciones antes de su puesta en marcha. Que había residuos de agua en líneas que debieron estar purgadas con aire y que por tanto algunas líneas no permitían la irrigación de solución salina y tampoco la salida por las líneas de aspiración. También había otro problema, que las mangueras estaban mal conectadas con respecto a la pieza de mano y para acabarla de amolar se estaban utilizando puntas que no eran para precisamente una vitrectomía.

Era momento de actuar, no de capacitar al médico y enfermera. En ese momento nos vale un comino el  por qué y necesitamos encontrar  un cómo.

Le dije al doctor: Necesito que mantengamos al paciente con irrigación 5 minutos más al flujo que usted indique, tendremos que cambiar puntas de mano, cartucho, líneas de irrigación y aspiración, solución salina y con ello calibrar de cero las condiciones de presión y secuencias de giro de la pieza de mano.
¿Cree que podamos hacerlo?

El comento que me daba 3 minutos y pusimos manos a la obra.

Lo demás ya es historia. Resolvimos el problema y el paciente salió bien. Me quede durante toda la cirugía acompañando al médico.

Al finalizar la cirugía, me  pregunto: ¿Tu eres de mantenimiento?, le dije: Si algo así. Yo pertenezco al departamento de biomédico, me llamo Beto, me dicen Beto de biomédica. Y usted no debe utilizar un equipo de esta gama si no sabe operarlo.

Entonces él dijo: muchas gracias, enserio valoro que te hayas quedado, estuvimos casi al punto de perder el ojo, ya íbamos muy adelante y no podíamos dar marcha atrás. Es algo que prometo no volverá a suceder, me confié.

El capitán del Titanic se confió y mato a muchísimas personas, no hay de que, la siguiente semana lo capacito- contesté.

Él me dijo: El médico estudia para  combatir enfermedades, creo que  biomédico busca disminuir el error humano del médico para que así sea.

Desde ese día este Dr. X me saluda en los pasillos, se detiene a conversar conmigo y algunas veces me invita el desayuno, sin mencionar que me brinda consulta gratis.

¿Qué gane? No solo consultas y desayunos gratis. Ganas respeto y eso es lo más importante.
Si nunca hubiera estado esas noches aprendiendo, traduciendo y practicando con el equipo, tal vez cuando se presentara ese problema no hubiera sabido que hacer. Tal vez hubiéramos perdido el ojo y tal vez no tendría un respeto por parte de ciertos médicos. ¿Cuál fue el secreto? Estudiar, practicar y seguir estudiando para finalmente continuar practicando.

Entonces una pregunta importante es: ¿cómo ganamos el respeto como biomédico?
Lo primero que debemos entender es que nosotros estudiamos mucha ingeniería durante 5 años, porque debemos desarrollar un pensamiento crítico y lógico. Un pensamiento que estructure soluciones creativas y al mismo tiempo aplicables a nuestro entorno.

Si ya contamos con estas herramientas intelectuales, debemos trabajar más para desarrollarlas. No basta con saber un poco de todo. Debemos profundizar en muchas cuestiones y temas. Como lo dije en una publicación anterior: Trabajar en un hospital y no prepararse es una negligencia médica.

Ahora ¿Cuáles son la razones porque las que un biomédico reduce el error humano del médico? Antes cabe aclarar que no decimos que somos mejores, simplemente todos trabajamos en conjunto (por ahí andan diciendo que somos presumidos). Lo que decimos es que un objetivo de la ingeniería es partir de las ciencias exactas para ayudar a mejorar la calidad de la vida del ser humano, siendo un aliado importante para médicos y enfermeras.
Ahora si los porqués:

1.     Tienes una cirugía de corazón abierto y la  bomba extracorpórea, el intercambiador de calor y los infusores funcionan correctamente, no es suerte, es porque tienes un  biomédico.
2.    Tienes procedimiento de neurocirugía, el pentero, los manerales y las lentes funcionan bien. Es Dios mandándote a un biomédico
3.    Tienes un procedimiento laparoscópico: la torre, la fuente de luz, el procesador de video y la fibra óptica funcionan. Ahí hay  un biomédico.
4.    Tienes un paciente conectado en terapia intensiva con 5 bombas de infusión. Las calibraciones de las dosis son correctas en los bolos necesarios. El biomédico ya hizo check list.
5.    Tienes un paciente conectado a un ventilador ¿Quién realizo las revisiones de los modos ventilatorios, revisión de sensores de flujo, FIO2 o PEEP? El biomédico
6.    Tienes a un neonato en una incubadora ¿Quién realiza la revisión de las condiciones de ruido, humedad, temperatura, aireación y alarmas? Un biomédico

Y así sucesivamente podemos ejemplificar la gran variedad de equipamiento médico, si todo lo anterior no funciona, pelas.

Es complicado controlar las condiciones fisiológicas de los pacientes. Los pediatras no me dejaran mentir con los peques. El biomédico trabaja con herramientas fundamentadas en la ingeniería para brindar soluciones más precisas y con ello reducir el error humano que siempre va existir.

Cuando un médico utiliza equipamiento médico confiable, mejora significativamente sus diagnósticos, tratamientos y soportes. El error se reduce y con ello brindamos más opciones a los pacientes. (Si el médico está feliz o triste no nos importa, mientras el equipamiento médico sea funcional ya le estamos haciendo un parote).

Como siempre he dicho: Si contamos con la tecnología y recursos para salvar una vida ¿Por qué no lo hacemos?

Actualmente hay muchos casos de negligencia tecnológica que no salen a la luz, mucha información se oculta para proteger a muchos corruptos que atentan con la vida. Por tanto nosotros debemos ser la conciencia que busque mejorar la equidad en los servicios de salud.
Finalmente: Doctor, enfermera, si tiene dudas, si necesita algo, si observa que un equipo funciona de manera muy rara, acérquese al biomédico que más confianza le tenga. Estamos para servirles.

Beto de biomédica

BLOG- 124 ¿POR QUÉ EL INGENIERO BIOMÉDICO NO DEBE TRATAR, DIAGNOSTICAR Y RECETAR A PACIENTES?

¿POR QUÉ EL INGENIERO BIOMÉDICO NO DEBE TRATAR, DIAGNOSTICAR Y RECETAR A PACIENTES? Una ocasión fui a una fiesta y durante la misma me pre...