SOLO CON BUENA ACTITUD GANARÁS
EXPERIENCIA EN LA BIOMÉDICA
Cuando vamos a egresar de la
universidad o ya somos egresados, muchas veces sentimos miedo porque no sabemos
qué hacer ni a donde ir. Muchas dudas sobre nuestro futuro, las cuales nos
hacen incluso dudar sobre nuestra capacidad.
Tenemos inseguridad y pensamos
que por no encontrar trabajo; hemos fracasado. Tranquilo, tranquila, es una
emoción que todos experimentamos (y seguiremos experimentando a futuro muchas
veces) pero hoy quiero compartirte varias ideas que pueden ayudarte para ganar
experiencia y con ello, encontrar un trabajo que cumpla poco a poco tus
expectativas.
Tienes que comprender que los
cambios implican esfuerzo, trabajo y enfrentar tus miedos, salir de tu centro
de confort y enfrentarte a tu propia ignorancia. Es bien importante que cuando
vamos a egresar o ya egresamos; sepamos que la vida no es lineal y siempre nos
tendremos que enfrentar a cambios, situaciones que sacarán lo mejor o lo peor
de nosotros.
De algo no debes tener duda:
Si quieres algo grande, debes estar comprometido con sacrificar algo de igual
proporción. Nada es gratis en esta vida y todo tiene un precio, ya sea grande o
pequeño, lo tiene.
Debes estar consciente de que
al egresar, contarás con mucho conocimiento teórico, que te permitirá
identificar las bases de muchos aspectos de la vida, pero la experiencia es
algo que solo te dará el tiempo. No puedes egresar de la universidad y pensar
que todo te será entregado en bandeja de plata, tendrás que luchar unos cuantos
años, enfrentarte a muchos problemas que te formarán carácter para levantarte y
seguir peleando.
Durante algunos años,
estuvimos en un área segura: La universidad.
Este espacio controlado, está
diseñado para nuestro aprendizaje mediante materias, libros y profesores, que
durante ciertas horas del día nos enseñaban acerca de teorías y metodologías.
Laboratorios de prácticas y exámenes. No me mal intérpretes, la universidad
busca asemejarse lo más que pueda a la vida laboral, aunque hay algunos aspectos
que todavía son áreas de oportunidad a mejorar.
Una vez que terminar ese
ciclo, ya cuentas con un título universitario, que no es nada fácil, pero no
cuentas con la experiencia necesaria que buscan las empresas o instituciones.
Es por eso que debemos entender una idea:
La experiencia es valiosísima
para las empresas, porque eso representa ganancia, ya que contar con alguien
capacitado, marca la diferencia para resolver problemas que les pueden ahorrar
mucho dinero. Cuando una empresa pierde a un trabajador con experiencia, es una
perdida que tarda en recuperar de mínimo en tiempo de 6 meses.
Entonces ¿Qué es lo primero
que debemos buscar?
Experiencia.
Muy bien Beto, necesitamos
experiencia, ¿pero en donde la obtenemos?
Yo tengo una teoría no
comprobada: La experiencia se gana en función a la actitud.
Siempre he pensado que las
personas con buena actitud, son las que llegan lejos, porque saben cómo
sobreponerse a los problemas, transformándolos en oportunidades. Cuando no
tenemos experiencia, pero tenemos actitud, las personas con más experiencia lo
saben, lo identifican y se abren contigo, para compartir sus conocimientos.
Cuando piensas que por tener
un título, te mereces todo, hasta caes mal y te ponen trabas.
Voy a contarte una historia
sobre mi teoría no comprobada.
Cuando yo estaba por egresar,
decidí ir a un hospital a solicitar ser becario. Al llegar el primer reto que
tuve que enfrentar fue esperar a que llegara el ingeniero biomédico. Estuve
esperando hasta 4 horas para que me pudiera atender.
Ese día yo tenía 2 opciones,
esperar a que llegara el ingeniero y aguantar. O irme molesto de que no me
atendieran. Aunque te parezca increíble, muchos antes que yo fueron y al no ser
recibidos cuando ellos querían, se marcharon. Yo me quedé.
Llegó el ingeniero y me
pregunto qué cuanto tiempo había esperado, le dije que 4 horas y se sorprendió.
Me comentó que varios habían ido, pero que se desesperaron. Al entrar me
preguntó que como andaba de mis tiempos, que el necesitaba un becario de lunes
a viernes de 2 de la tarde a las 9 de la noche.
Eso implicaba sacrificar horas
de sueño, ya que yo iba a la escuela por las mañanas, sacrificaría fiestas y
espacios para descansar, pero era más grande mi deseo de aprender y formarme en
la experiencia y práctica.
Le dije que contara conmigo,
que yo estaba dispuesto a cubrir esos horarios. Me preguntó que si podría
empezar mañana mismo y así fue. Al siguiente día ya estaba en el departamento
de biomédica.
Meses después mientras
desayunábamos, me dijo: La razón por la que tú estás aquí, no fue porque
tuvieras experiencia, o mucho conocimiento. Fue tu actitud la que me convenció
de darte una oportunidad y no me equivoqué. Si continuas con tu misma actitud
de tomar los retos, de enfrentar tus miedos e inseguridades, aunque a veces no
sepas como hacerlo, tienes más probabilidad de alcanzar el éxito.
Es la actitud lo que forja
ganadores y con buena actitud es como se logran los más grandes proyectos en la
vida.
Es curioso cómo años después
comprendí eso. Comencé a enfocarme en buscar becarios para mi empresa, no
necesariamente con mucho conocimiento o experiencia, era la actitud lo que me
gustaba más y claro que es cierto lo que decía mi jefe.
Una buena actitud puede marcar
la diferencia.
Bien, ahora, ¿cómo utilizar la
actitud para abrirte camino si acabas o estar por egresar?
Mira, hace tiempo empecé a
leer cobre una línea filosófica llamada estoicismo. Y uno de los pilares más
importantes de la misma, es la conciencia sobre nuestra propia muerte. Entender
que no tenemos tanto tiempo y que debemos aprovecharlo de la mejor manera, como
decía Marco Aurelio: El resto de la vida es este momento.
Si comprendes que nos vamos a
morir y que de nosotros no va quedar nada (en algún momento ni la memoria)
debemos arriesgarnos siempre por nuestros objetivos. Dándolo todo hasta que
acabe el día, tal vez mañana no vayamos a despertar.
Bien, bajo esa idea, yo decidí
seguir mi vida. No pasa nada si fracaso, no pasa nada si me niegan un trabajo,
no pasa nada si pierdo, si la vida me da la oportunidad de un día más, es
porque seguro, debo seguir luchando.
Cuando vas a egresar sientes
miedo e incertidumbre, es normal. Pero la actitud te va ayudar a controlar ese
miedo e inseguridad, para enfrentarte a cambios que son necesarios. Salir a
buscar la oportunidad de un trabajo o de ser becario es casi lo mismo, y claro,
entre más busques será mejor.
Debes comprender que al inicio
no vas a encontrar un buen trabajo de biomédico (a pesar de que nuestra
situación profesional está muy tirada, si hay buenos trabajos) que incluso,
hasta no te dediques por un tiempo a ello, pero no pasa nada, aunque las cosas
no salgan como queremos, si tienes salud, todo está bien.
Lo primero que hice en su
momento, fue preparar muchas solicitudes de empleo, documentos de vida,
solicitando ser becario, expresando mi interés honesto de aprender. Tomaba mi
moto y me iba a repartir 5 hospitales diariamente; recuerdo que de 22
hospitales me hablaron solo 3 y de esos 3, yo seleccioné 1, aunque no era
seguro, me arriesgue.
En pocas palabras, lleva tus
solicitudes a todos los hospitales que puedas y si encuentras alguno que no te
quiera recibir, vas la otra semana y lo vuelves a intentar, ya hasta que de
plano te digan que le van a llamar a seguridad si continúas insistiendo.
Lleva, llama, busca, entrevístate.
Lleva, llama, busca, entrevístate. Sigue ese ciclo hasta que funcione, la vida
no es para personas tibias ni personas que se rinden. Esto aplica también para
empresas.
Si te interesa entrar a una
empresa de equipamiento médico, búscalas, lleva tus documentos, entrevístate
con ingenieros que trabajan ahí y solicítales consejos para poder entrar. La
vida se resume a relaciones sociales, si te conocen, si te empiezan a ubicar,
será más fácil y un día tendrás la oportunidad de entrar.
Pero como lo decía
anteriormente, todo lleva un sacrificio, difícilmente encontrarás el trabajo de
tus sueños, a lo mejor pasan muchos años, a lo mejor tu trabajo de tus sueños
no necesariamente está en la biomédica. Debes comprender que la vida nos lleva
a donde debemos estar.
Dentro del estoicismo, también
aprendí a separar las cosas que están en mis manos y las que no. Una vez que
entendemos eso, comenzamos actuar y dejarnos llevar, para no tener una vida con
estrés y ansiedad.
¿Qué tienes en tus manos?
Hacer tu CV, llenar
solicitudes de empleo, salir a buscar empresas o instituciones, trabajar en ti,
trabajar mucho en ti y en tus habilidades blandas, llamar, entrevistarte,
presentarte, aprender a venderte, tomar los retos con actitud y ser valiente.
Eso está en tus manos.
Que te seleccionen, que te
llamen o que te busquen, no. Has aquello que está en tus manos y veraz como
todo va cambiando poco a poco.
Conclusión: Evalúa tu actitud
frente a los problemas, tu actitud frente a tus temores, tu actitud frente a
tus miedos. Trabaja en aquello que está en tus manos y puedes cambiar, y deja
de preocuparte por aquello que no. Sal a buscar las oportunidades, tarde que
temprano, las vas a encontrar.
Muchas gracias por leerme.
Autor: Beto de biomédica
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