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domingo, 28 de abril de 2019

BLOG 38 Un familiar puede nunca ser tu paciente, pero un paciente siempre debe ser como tu familiar





Un familiar puede nunca ser tu paciente, pero un paciente siempre debe ser como tu familiar, de nada sirve tanto conocimiento si no es utilizado para ayudar a los demás y la biomédica sabe cómo hacer eso…
¿Cómo se define una persona chingona?
Llegamos a clase y el profesor cerró la puerta, 15 minutos posteriores a las 8 nadie más entraba, esa fue la primera regla del curso. La segunda regla fue: Nadie puede llamarlo maestro ni profesor, sólo podíamos llamarlo doctor.
Doctor, tá bueno pues…
Él nos dijo que sus años le ha costado estudiar y que por tanto merece que lo llamen así.
Fue un curso muy complicado, nunca logramos entenderle, pues más que una clase, parecía una demostración de “Todo el conocimiento y chingón que podía ser él”. No era un espacio de aprendizaje, era simplemente una dinámica muy pinche aburrida:
El profesor llegaba sin saludar a nadie, tomaba su libro, hacía muchos apuntes y llenaba de una manera
impresionante el pizarrón, pasaban las 3 horas dictando lo del libro, si hacíamos preguntas en lugar de contestarnos, nos respondía con otra pregunta y nos humillaba frente el grupo, finalizaba la clase y todos nos íbamos. Si me preguntas, eran las 3 horas más odiadas de mi día.
Nunca tuvo un acercamiento con el grupo y no es que debe ser siempre así, pero un simple Buenos días, ayuda a romper la tensión.
Es muy curioso como hay personas que piensan que por estudiar muchos años, creen que eso las hace importantes. Se sienten con el derecho de humillar a otros, hacerlos “menos” y de ofenderlos frente a otros, creo necesitamos cambiar el concepto de “chingón” y empezar a ser más inteligentes.
La inteligencia más importante es aquella que se aplica con educación.
Un día estaba en el hospital, en aquel tiempo era un becarios erectus (Te dejo el link para que lo leas) en eso un doctor se me quedó viendo y me preguntó amablemente - ¿Para qué haces eso? –
- Lo hago porque necesitamos verificar que el equipamiento médico esté en condiciones excelentes para médicos y enfermeras – Le contesté.
- ¿Y qué más? – Preguntó.
- Bueno. Esta revisión es importante porque si encuentro un problema, lo resolveré antes de que se le presente a alguien más, es una medida preventiva – Respondí.
- ¿Y qué más? – Volvió a preguntar.
- Esta información es utilizada para tomar decisiones de compra, inversión en tecnología y también que equipos daremos de baja – Contesté.
- ¿Peligrosos para quién? – Preguntó enseguida.
- Para el usuario – Contesté.
- ¿Y qué más? -
- Bueno, básicamente es eso - Le dije.
- ¿Y el paciente te importa? – Preguntó - Dime qué sabes de los pacientes que usan, por ejemplo, ese desfibrilador…
Me quedé callado, honestamente solo sabía que un desfibrilador servía para proporcionar energía en trazos de fibrilación ventricular y taquicardia ventricular, pero nada más. Entendía su funcionamiento electrónico (Que los capacitores bla bla bla) y también sabía su principio de funcionamiento, pero de pacientes nada.
- Pues no soy doctor - Respondí
- Tantito peor, te dices llamar biomédico y del aspecto clínico no sabes nada. A ver ¿Qué pasaría si ahorita hubiera un código azul y té ni siquiera supieras qué hacer? ¿Cómo poner una pala o cómo utilizar el gel? ¿No crees que deberías saberlo? – Me dijo con molestia.
- Pues no lo sé, en la escuela nos decían que nosotros nos enfocáramos sólo al equipo médico – Le dije.
- ¿Y la parte clínica? ¿Que no eres ingeniero clínico?
Entonces de qué sirves si no cuentas con las competencias necesarias para enseñar a la gente a utilizar un equipo médico a su máximo potencial ¿A poco crees que ya lo sabes todo? Usted no está para quitar tornillos, su labor es más importante que eso ¿Sigues leyendo? ¿Te sigues preparando? ¿Esto es todo lo que vas hacer de tu vida? Hacer revisiones de checklist ¿No tienes hambre de más? – Me expresó.
¿Te has preguntado todos los principios clínicos que rigen el funcionamiento de ese equipo para con los pacientes? Anda dime ¿Qué dudas tienes al respecto? ¿No te da curiosidad saber por qué las palas se posicionan en el ápice y el tórax y no en las nalgas ¿No te da curiosidad saber cómo esta energía estimula el corazón? ¿No te parece impresionante cómo diagnostica e identifica las diferentes patologías o cuánta energía hay que suministrar para un paciente pediátrico o un adulto? ¿Enserio crees que ya lo sabes todo? – Preguntó.
Honestamente ese día me sentí muy atacado (Y bien wey). Renía razón, caí en un estado de confort en el cual pensaba que mi labor se limitaba a eso, sin nisiquiera preguntarme cuestiones clínicas.
¿Y tú me preguntarás?
¿Para que aprenderlas si nunca vamos a diagnosticar a pacientes, no vamos a entrar a cirugía y tampoco vemos tratamientos? Ese día me fui molesto pensando: Pinche doctor creído.
Otro día pasé por el área de urgencias y me encontré al mismo pinche doctor creído, hice lo posible por no acercarme. Curiosamente lo encontré bañando a un viejito que venía de un rancho, el cual había sufrido una caída. Me pareció algo impresionante ¿Cómo era posible que el pinche doctor creído estuviera bañando a un viejito de un rancho? No esperaba eso de él (Perdón, es que a veces ni siquiera somos dignos de hablarles. Hay tanto mamón que nisiquiera quieren acercarse a los pacientes y este hombre hasta bañándolo estaba).
Posteriormente, al terminarlo de bañar, le curó las heridas, le hizo un estudio de electrocardiografía, le mandó hacer placas y análisis de laboratorio, para finalmente dejarlo en observación.
Le pregunté a un enfermero que por qué se le habían hecho tantos estudios al paciente y me dijo: Quien sabe, el doctor siempre hace eso con cada paciente de la tercera edad que llega.
En este hospital atienden a muchos pacientes de ranchos y comunidades, personas que no tienen acceso a muchos servicios y ven como mejor alternativa el hospital.
Le pregunté al enfermero ¿Qué quién era este doctor bien pinche mamón?
- Se llama X, es un especialista y subespecialista y también trabaja en el IMSS – Me dijo.
Me puse a investigar a dicho doctor y ¿Cuál fue mi sorpresa? Bueno, que dentro de todo, es una persona súper mega preparada, es médico, tiene especialidad y sub especialidad, ha colaborado en más de 50 textos científicos y ha desarrollado más de 30 trabajos de tesis. Dentro de su gremio es un doctor muy respetado, que continuamente prepara a médicos especialistas.
No era un pinche doctor, es un chingón doctor.
Ese día, casi al finalizar la jornada decidí acercarme a él y preguntarle ¿Por qué trata así a sus pacientes?
- Un familiar puede nunca ser tu paciente, pero un paciente siempre debe ser tratado como tu familiar, de nada sirve tanto conocimiento si no es utilizado para ayudar a los demás. Cuando era joven, entendía el mundo de una manera, yo me debo a mis padres, que lo único que me dieron fue una educación y estaba en mi aprovecharla. Cuando fui creciendo, me empezó a ir mejor económicamente y de alguna manera entendí que la vida iba más allá de tener y comprar, que siempre debemos buscar la manera de trascender y que las personas son el medio y nosotros sólo una herramienta. Que si puedes hacer el bien, hazlo. Por cierto ¿Ya estudiaste lo que te pregunté? - Me preguntó
- No, lo siento – Le dije.
Entonces me miró y me dio unas palmaditas - Póngase las pilas, no sea huevón – Era un hombre de muchas acciones y pocas palabras.
A veces no se trata de reunir tantos cursos, tantos diplomas, tantos certificados, si al final del día no tenemos empatía por el otro ¿Cómo vamos a desarrollar nuestra identidad profesional si continuamos pensando que nuestra labor se limita a “reparar equipo”?
No está mal, yo lo hago para ganarme mi día, sólo que pienso es que nos falta un cambio de mentalidad ¿Qué cambio?
El primero entender que a nuestra profesión todavía le faltan más pilares, personas que estén dispuestas a trabajar en equipo. Que ya es momento de quitarnos el ego que nos ciega y no nos permite avanzar. Si tu amigo pone una empresa, apóyalo, dale ánimos, emprender en este país es muy complicado, no imposible. Y los buenos deseos siempre saben a bendición.
La biomédica inicia cuando terminas la escuela y no tienes más que ir a tocar puertas, dejar tu familia y batallar para encontrar un trabajo remunerado. No basta con tener intenciones de ser grandes, para lograrlo necesitamos tiempo y más tiempo, para seguir juntando horas de dedicación y más tiempo, hasta que te canses.
La biomédica es una carrera que necesita personas auténticas y que estén aquí por pasión, es momento de replantearnos muchos conceptos, muchas instituciones y muchos roles. No somos lo que piensa la mayoría, tenemos como profesionistas mucho que aportar.
Es complicado cambiar la mentalidad de instituciones privadas y públicas, créanme que se batalla bien y bonito, pero eso no significa que sea imposible. Si les contara cuántas puertas nos han cerrado en la cara, cuántos regaños y humillaciones hemos aguantado, hoy no estaríamos contándoles nuestras experiencias.
Tienes un mérito, y ha sido el continuar insistiendo. No tendrás otro reconocimiento que el que te das a ti mismo.
Estudia, prepárate, el presente nos da muchas vueltas, un día vas a colaborar a salvar muchas vidas y eso mi amigo, ya te da un valor como persona bien grande.
P.D. No sea huevón.
Beto de biomédica

domingo, 21 de abril de 2019

BLOG 37 GUARDIAN Y PROTECTOR DEL AGUA DE HEMODIÁLISIS



2:00 am

Estaba en sala de espera y mi hermana entraba a su sesión de hemodiálisis. En aquel tiempo yo tenía 17 años (Y pensaba que tenía el mundo a mis pies…inocente) y ya había desarrollado cierto rencor y odio contra esas tontas máquinas de hemodiálisis tan chillonas, porque cuando sonaba una alarma, tenían que desconectar a mi hermana y devolverla a casa. Sentía que el mundo se me venía encima, sentía tanto coraje cuando eso pasaba, pues el catéter dejaba de funcionar (Putos catéter mahurkar. Ojalá un día dejen de usarse). Otras veces lograba su sesión completa y regresábamos a casa victoriosos.

Lecciones que da la vida.

Estar en ese duro proceso, me hizo más sensible y empático. Íbamos 3 veces a la semana y ella duraba  de 4 a 5  horas conectada y no era la única, también había más niños de todas las edades con insuficiencia renal, niños que venían de ranchos y comunidades. En aquel tiempo pensaba: ¿Por qué no han desarrollado un riñón artificial? ¿Qué se necesita? Si alguien muy inteligente lo  hiciera, salvaría muchas vidas y aparte se haría rico. No sabía que existía la Ingeniería biomédica. Pasamos varios años festejando Navidad y Años nuevos en la sala de espera del hospital. Fueron tiempos raros.

Si el Beto del futuro le dijera al Beto del pasado que se dedicaría a esto de los equipos médicos, nunca se lo hubiera creído, honestamente no creía llegar tan lejos, pues terminé la prepa por puro milagro y porque a mi último profesor no le quedó de otra. Fue en ese entonces cuando entendí que debería de buscar una carrera chida chidota que se dedicara a mejorar las herramientas de los médicos y enfermeras. Reitero, no sabía que existía la Ingeniería biomédica.

Yo estudiaba técnico en mecatrónica en un CBTis  y una vez me preguntaron ¿Qué harás cuando salgas de la preparatoria? - Haré biomecatrónica – Contesté

- ¿Biomecatrónica? Si muy apenas sabes sumar- Preguntaron

- SÍ, la combinación de la mecatrónica con la biología - Esa era mi definición, al menos en Betolandia eso tenía sentido.

Fue en ese entonces que vinieron tiempos malos y difíciles, pruebas que la vida te entrega  para que te hagas más fuerte. Mi hermana un día se fue y nos dejó un vacío que no hemos podido llenar, sólo hemos aprendido a vivir con su ausencia. No entraré en romanticismos, simplemente se fue y fin.
¿Y qué crees? Que alguien se enteró por el periódico que había una carrera que se llamaba Ingeniería biomédica, algo parecido a biomecatrónica, esa carrera que yo casualmente estaba por inventar (Chale).

Llegué tarde a mi examen de admisión por 2 horas (El cual duraba 3), pero pasé. No preguntes cómo, yo sólo rellené los circulitos sin siquiera ver las preguntas. Pero la vida, los Dioses, el destino o la misión me querían ahí. Lo demás es historia…bla bla bla (Si me sigues en Facebook te enterarás de los traumas y secuelas que dejó la universidad, ya me estoy quedando calvo y subí 10 kilos).

¿Y qué crees? Que uno de mis primeros trabajos fue en una empresa dedicada al ramo de la hemodiálisis y plantas de tratamiento de agua ¿Curioso? Sí ¿La vida da vueltas? Claro, siempre regresas al mismo punto, pero de diferente forma, con diferente nivel de madures y con kilos de más y calvo. Como siempre lo he dicho: En la escuela estudié Ingeniería biomédica, pero en el hospital me formé como biomédico, a puros putazos.

Los putazos.

Recuerdo bien ese día, llegué en punto de las 3:00 pm y me estaba esperando el ingeniero Zambrano para capacitarme. Cuando llegué me senté en sala de espera y en eso llegaron unos jovencitos que iban a sesión de hemodiálisis ¿Cómo te explico que recordé tiempos pasados con mi familia en el hospital? Ni pex - Ahora dilo sin llorar - Me dije a mi mismo.

Yo me dedicaba a cuidar que la planta de tratamiento de agua estuviera funcionando correctamente, primero que tuviera agua y no existiesen fugas, cuidar que los indicadores de cloro libre y cloro total fueran correctos, que los valores de dureza y los valores de UFC (Unidades formadoras de colonia establecidas por la AAMI) estuvieran por debajo del rango alarmante. Curiosamente la vida me trajo al mismo punto donde empecé, pero ya no como paciente o familiar de uno, sino más bien como:

“Guardián y protector de las benditas aguas para hemodiálisis del Sagrado corazón de Jesús”

Me gané ese título y cada hora extra de sustos y trabajo me avalan, es un título que no te dan en la universidad, ese se gana a pulso y créeme nadie podrá quitármelo.

No voy entrar en sentimentalismos filosóficos y cuestiones de la vida, pero es muy curioso como un día odie esas máquinas y al final del día terminé cuidándolas. Fue en ese tiempo cuando entendí que como “Guardián y protector de las benditas aguas para hemodiálisis del Sagrado corazón de Jesús” tenía una responsabilidad con esos pacientes desconocidos que jamás me conocerían o sabrían mi nombre ni yo el de ellos. Pero que de alguna manera ya nos estábamos echando la mano, ellos iban a su sesión, luchaban por su vida y yo me encargaba de que tuvieran las herramientas óptimas para hacerlo. A lo que llamo, una relación simbiótica.

Ellos luchaban por salir adelante y a mí me daban un sentido de vida (Y aparte un sueldo para pagar las idas al cine).

El morrito de la incubadora.

Otro día estaba haciendo checklist de equipo médico del área de UCIN. Ese día estaba irritable y algo molesto porque me mandaron a mí y no al becario. Odiaba tanto hacer checklist de ahí porque era bien tardado, que los ventiladores de alta frecuencia, que las incubadoras, que las cunas de calor radiante, que los monitores. etc. Recuerdo que esa tarde estaba revisando una incubadora y por mi mente pasó - ¿Y si nada más palomeamos y nos vamos a comer rápido? - No mientan, todos lo hemos hecho alguna vez.

 Esa tarde casi gana el Beto malo.

Llegué y les dije a las enfermeras - Hola bellas y espléndidas damas, aquí viene el biomédico del amor, a revisar el funcionamiento óptimo de sus incubadoras ¿Me dejan pasar? - Entré al área y el Beto malo me dijo - ¡Córrele kaon! ¡Vámonos a comer! ¡Se van acabar los club sándwich! Salí del área triunfante con mis hojas firmadas y con tiempo suficiente pa irme a comer tranquilamente, cuando en eso…Me encontré a uno de mis mejores amigos.

- Hola Betillo ¿Cómo andas mi buen? - A lo que conteste- Bien compa, aquí andamos chambeando, rompiéndola, haciéndonos millonarios, en un ratito me verás de famoso en la televisión - Que bueno que te encuentro, fíjate que ahorita me acaban de notificar que mi hijo acaba de nacer, pero lo dejaran en el área de UCIN unas semanas en lo que se estabiliza. Nació muy delicado ¿Crees que aquí lo cuiden bien? – Me dijo.

Yo pensé: ALV Beto, no manches, pélate de regreso a UCIN ¡Córrele! Que van a usar una de las incubadoras que no revisaste. Ese morrito es el hijo de tu amigo ¡no manches!

Le dije: Sí, es un gran hospital tienen a muy buenos médicos, enfermeras y personal en general, todos son muy preparados, sin mencionar que la tecnología es de las mejores del estado.
Entonces él me pregunto - Oye ¿Y a qué te dedicas?

Le dije: Ahh, soy camillero y me dedico a “camillear” gente, para nada que me dedico al equipamiento médico, eso lo hacen los de biomédica y yo no soy de biomédica, déjame ver si los de biomédica hicieron correctamente su revisión - Y en friega me fui de regreso al área de UCIN -

- Hola espléndidas y amables señoritas ¿Puede este jovenazo volver a pasar? – Les dije a las enfermeras de UCIN.

El flojo trabaja doble: Palabras de la abuela.

Y tuve que hacer un buen checklist ¿Qué lección aprendí? Que siempre debes hacer lo correcto, tal vez un día te encuentres a tu mejor amigo y quién sabe, tal vez, casualmente su hijo vaya a internarse en una de las incubadoras a las que das servicio…

Pregúntame si aprendí la lección ¡Pues claro! Desde ese momento me convertí en papá de muchos niños y también esposo postizo de muchas señoras que nunca conoceré, porqué me gusta ir al área de UCIN y ponerles el nombre que quiero, reviso los equipos y me voy tranquilo a comer sabiendo que todo está fríamente controlado.

Estoy seguro que un día los encontraré en el camino, tal vez alguno de ellos llegue a ser alguien grande, no lo sabemos, no lo sabemos.

Cáncer

Finalmente,  tuve un amigo que se fue por cáncer. Estuve con él los últimos meses y créeme son muy duros. Si tú tienes a un familiar o un conocido, te entiendo y créeme que te deseo de corazón que encuentren tranquilidad.

Recuerdo en sus últimos días - Beto ¿Crees que algún día el cáncer sea como una gripa? – Me preguntó - No lo sé, tal vez. Fíjate que muchas enfermedades actualmente ya tienen cura o tratamientos – Le dije.

- Es obvio que no alcanzaré a verlo, pero tal vez tu sí ¿Cómo crees que sea el mundo en ese entonces? – Preguntó.

- No lo sé, tal vez será un mundo que gire más rápido, porque yo estaré más viejo y caminare más lento, como perdonando al viento… - Respondí.

Imagino que un día el cáncer se va curar con pastillas o inyecciones y no durara más de 7 días. Imagino que tendremos la tecnología para salvar millones de vidas en fase terminal y las cirugías no serán tan dolorosas. Quien sabe, tal vez a mí tampoco me toque verlo.

Un día mi compita se fue.

Puedo contarte muchas experiencias más, con el objetivo de que entiendas lo siguiente:
En estos 7 años he aprendido muchísimo. Cada experiencia y cada persona me aportó una huella y eso ha hecho de mí una persona más y más humilde, no seas un biomédico de talla pequeña, nuestra labor no termina en el llenado de formatos, es ahí cuando apenas inicia.

No se trata de estudiar biomédica por la remuneración económica, tampoco se trata de pisotear a quienes vienen atrás y tampoco de presumir que sabes mucho. Si piensas que la biomédica se fundamenta en eso, te invito a que lo dejes, no la has entendido, no arriesgues vidas por tu negligencia y falta de amor a la profesión. Somos muchos más los que moriríamos mejor por la camiseta. Lo siento. Soy afortunado de amar lo que hago.

No sabemos cuántas personas mueren al año por negligencia tecnológica, necesitamos hacer consciencia de ello y empezar por hacer lo correcto.

¿Y tú? ¿Estás haciendo lo correcto por alguien más? ¿Qué título te has ganado en tu hospital?

Beto de biomédica

Imagen tomada del blog: http://tomasalud.com/archivos/8227

miércoles, 17 de abril de 2019

BLOG 36 EL MÉTODO CIENTÍTICO COMO HERRAMIENTA PARA TRATAR CON GENTE DIFICIL


Cuando una persona habla mal de ti, básicamente es porque no entiende o sabe la complejidad de tu trabajo. Pienso que ser un ignorante no es malo, pues nadie puede saberlo todo, creo que lo malo es basarse en suposiciones, en chismes y mentiras. Es por eso que invito a que todos usemos el método científico para evitar caer en provocaciones, como una herramienta para tratar con gente difícil.
Comenzamos…
Un día como todos los demás me encontraba trabajando tranquilamente en el hospital sin molestar y meterme con nadie (Como debería de ser en todos lados). En eso se me acercó una compañera que me dijo lo siguiente:
- Oiga ingeniero, quería hablar con Usted. No quiero que me tache de chismosa, pero le tengo estimación y aprecio. Fíjese que tuvimos una junta y varias personas que Usted cree buenos compañeros de trabajo se expresaron muy mal de Usted, dicen que no conoce su trabajo y que mucho menos sabe hacerlo, que sólo se la pasa llenando papeles y la única labor que lo han visto hacer es caminar en el hospital y que nunca resuelve nada. Yo se lo comparto para que tome en cuenta que muchas de las personas que cree que son sus compañeros de trabajo, realmente están atacándolo por la espalda. Tenga cuidado. –
En ese momento me sentí consternado pues no esperaba que mis compañeros de trabajo se expresaran así de mí y también tuve algunas dudas. En la universidad llevé una materia que se llama “lógica matemática”. En esta materia me enseñaron básicamente a pensar en una forma ordenada, siempre a partir de premisas y argumentos. Esta materia me ayudó a desarrollar ciertas habilidades del pensamiento, necesarias para indagar, cuestionar y criticar todo a mi alrededor. En pocas palabras: Saber pensar.
Cuando mi compañera me dijo lo sucedido, lo primero que pensé fue lo siguiente:
• ¿Ella realmente me estima?
• ¿Por qué razón está diciéndome esto?
• ¿Confió en ella?
• ¿Cuál será el objetivo de su mensaje?
• ¿A caso querrá ponerme en contra de ciertas personas?
• ¿Qué gana ella con decírmelo?
Y también me plantee otras preguntas:
• ¿Es verdad que mis compañeros de la junta están hablando mal de mí?
• En caso de ser verdad ¿Qué razones he dado yo para que piensen eso?
• ¿A caso mi trabajo no es suficiente?
• ¿Estoy en un estado de confort y no me he dado cuenta?
• ¿Mi productividad es baja?
• ¿Mi nivel de resolución es insuficiente?
• ¿Me quieren correr?
Y luego piensas lo peor: De seguro alguien de ellos tiene un familiar biomédico y quieren dejarle mi lugar…
Aquí es donde debemos ser profesionales y no dejarse llevar por chismes ¿Qué hacemos? Emplear el método científico para librarnos de esta situación, como dicen por ahí: Emociones, sentimientos, pensamientos y acciones.
Empecé por evaluarme a mí mismo, mi premisa fue la siguiente:
Si piensan que no conozco mi trabajo, entonces debo prepararme.
Empecé por revisar mi C.V. en el cual buscaba revisar mi historial laboral y con ello actualizarlo. Me di cuenta que muchos de mis cursos ya estaban fuera de vigencia y que era necesario recapitular ¿Qué cursos debo de actualizar?
1. Gestión de equipo médico
2. Principios de operación de la esterilizadora de vapor
3. Principios básicos de operación del desfibrilador
¿Por qué estos cursos?
Bueno, siempre es importante tener actualizadas nuestras herramientas de gestión de equipo médico. Actualizar mi conocimiento en conceptos, estadística y uso de algún software siempre va complementar.
Principios de operación de la esterilizadora de vapor porque no manejo otros métodos de esterilización en mi hospital y son los equipos que más se desgastan por las condiciones de funcionamiento.
Y principios básicos de operación del desfibrilador porque en cualquier momento puede llegar un paciente en choque y por tanto debo de preparar al personal para un código azul.
Me inscribí en dichos cursos, conseguí manuales de equipo médico y dedique un tiempo del día a estudiar y actualizar mi conocimiento. Eso ayudó muchísimo a subir mi autoestima, ya no me sentía tan tonto, admito que había caído en mi estado de confort y olvidé que siempre debo estar en constante preparación.
Posteriormente pasé a la siguiente premisa:
Si una persona habla mal de mí, entonces debo saber porqué.
Empecé a indagar, preguntar e investigar ¿De todas esas personas que me tiraron tierra ¿Quién está más descontenta por mi trabajo? Debía buscar a la cabeza.
La encontré, era una compañera que tenía una posición de poder e influencia en el hospital y que curiosamente nunca me había tratado. Jamás habíamos cruzado palabra en los pasillos, jamás le había invitado un café, bueno ni siquiera la tenía agregada en Facebook.
¿Entonces por qué razón me atacaba? Estaba seguro que ella fundamentaba sus críticas por suposiciones, por mentiras y chismes.
¿Cómo podía resolver esas diferencias?
Es muy simple: Trabajando.
Pero como iba a convencer a esa persona de que mi trabajo valía mucho: Vendiéndolo.
El primer paso fue acercarme con dicha persona y entender la responsabilidad de su trabajo. Ella era una jefa de enfermería y la verdad estaba siempre bajo mucho estrés. Todo el tiempo estaba estresada y de mal humor. Sin duda ella necesitaba vacaciones.
Un día por la mañana le compré un café y fui su paño de lágrimas. Le pregunté que porqué estaba tan estresada y me dijo lo siguiente:
1. Estoy cansada de trabajar 12 horas diarias y no completar los indicadores para la certificación.
2. Muchas enfermeras faltan u otras no llegan temprano.
3. Los jefes no entienden que necesitamos más recursos para trabajar: Bombas de infusión, esfigmomanómetros, estuches de diagnóstico y monitores de signos vitales.
- Beto, estoy cansada – Me dijo.
Entonces pensé ¿Cómo puedo apoyarla? Y se me ocurrió lo siguiente:
1. Ella dice que le faltan recursos para trabajar, entonces necesito apoyarle con la tecnología faltante. Vamos a gestionar la compra de dichos materiales.
Ese mismo día fui con el director médico y expuse correctamente la necesidad de comprar equipo médico. Me sorprendió la accesibilidad del director el cual inmediatamente otorgó el dinero para comprarlo.
¿Cuál era el problema?
Que nadie, ni siquiera la jefa de enfermería había tenido el tiempo de acercarse al director médico. El problema sólo era falta de comunicación y yo logré resolverlo en 20 minutos.
El material llegó y fue entregado al área de enfermería. Desde ese momento la jefa me vio con simpatía y respeto. Por lo menos de ella, ya no saldrían palabras ofensivas.
¿Qué quiero decir con esto? Que siempre va ganar el trabajo y los chismes no sirven de nada.
Si yo hubiera seguido el mismo ciclo tóxico de atacar a quien me ataca, jamás me habría dado el tiempo de platicar con esa persona que hablaba mal de mí. Si yo hubiera fundamentado esas críticas en suposiciones, jamás hubiéramos resuelto el problema.
Gracias materia de lógica matemática, te he usado más que el cálculo diferencial.
Lógica matemática: 1
Cálculo diferencial: 0
¿Ahora cómo aplicamos el método científico para tratar con gente difícil?
Recapitulemos:
Lo llamaremos “contexto del chisme”: El de biomédica no sirve para nada, sólo llena papeles…
Observación:
Antes de reaccionar, razona. En esta parte debes cuestionarte a ti mismo, preguntarte ¿Realmente lo que dicen de mí es cierto? ¿O lo dicen porque no conocen mi trabajo? Debes reflexionar en como realizas tus actividades a diario, observarlas con detenimiento y preguntarte ¿Realmente las actividades que desarrollo son las óptimas para el hospital? ¿Qué acciones he hecho para que piensen eso de mí? ¿Es correcta mi forma de hablar y de caminar? ¿Cuando hago un informe, la gente entiende mi mensaje?
Es una introspección a detalle, debes ser tu conejillo de indias y con ello observarte.
Después de tu observación interior, debes analizar a tu entorno ¿En qué tipo de hospital trabajo? ¿La gente es feliz con lo que hace o están de ahuevo trabajando? ¿Quien me critica me conoce? ¿Bajo cuánto estrés trabajamos en el hospital? ¿Las personas cuentan con las herramientas necesarias? ¿Se pelean los del turno de la mañana con los de la tarde? Entre muchas otras preguntas.
Hipótesis:
Una vez que hayas hecho tus observaciones, pasa a tus hipótesis:
1. Si llegara más temprano y pasara antes de las 8 a quirófano, posiblemente los médicos se sentirían respaldados y por ende dirían: Ese biomédico es bien trabajador.
2. Si fuera más atento al atender mis reportes, posiblemente las enfermeras dirían: Ese biomédico es bien agradable, nunca se enoja ni siquiera cuando le pedimos que nos cambie un foco.
3. Si me acercara más al personal y le preguntara que necesitan, posiblemente ayudaría a mejorar su desempeño en el trabajo.
Estas 3 hipótesis necesitaban comprobarse.
Experimentación:
1. Cada mañana llegaba al quirófano media hora antes de las 8. Entraba a verificar cada uno de los equipos que serían usados en cirugía. Eso me ayudó muchísimo a prevenir problemas y también a ganarme el aprecio de médicos y enfermeras. La plaza de quirófano ya había sido tomada ¡Beto de biomédica está en la casa!
2. Empecé por crear un protocolo de atención para reportes. Todas las enfermeras tuvieron la confianza de marcarme a mi radio y ante cualquier duda o problema pedirme apoyo. Desde ese momento me gané muchas amigas, lamentablemente ninguna cita.
3. Comencé por acercarme a los jefes de área y preguntar cada semana ¿Necesitan algo con respecto a equipo médico? Esto ayudó a facilitar la compra de insumos y una cama eléctrica para pacientes bariátricos. Me saqué muchas estrellitas.
Teoría:
1. El respeto de un médico es proporcional al mayor tiempo que pases en quirófano revisando los equipos. Más tiempo, más respeto. Menos tiempo, menos respeto.
2. Una palabra de amabilidad y una pronta atención, generan más impacto que 5 años trabajando a un ritmo deficiente. Se amable.
3. Respaldar a tus usuarios vale más, que mil costales de oro.
Conclusión: Muchos problemas en el mundo se resolverían si existiera una comunicación efectiva. Si en lugar de hablar, escucháramos. No necesitamos ser los ingenieros más preparados, más estudiados, para brindar amabilidad. Hay que recordar que un biomédico que trabaja en hospital es un servidor y por tanto tenemos la obligación de siempre proporcionar un buen trato.
La gente que no entiende nuestra labor, siempre nos va criticar. En lugar de seguir con el mismo ciclo, te invito a que te acerques a esa persona y amablemente le digas: Ven, te invito una cerveza para que hablemos de biomédica y el método científico.
Beto de biomédica

domingo, 7 de abril de 2019

BLOG 35 TABLERO ELÉCTRICO: UN EQUIPO INCOMPRENDIDO



Si ya sabe que la placa no se reutiliza ¿Pa’ qué la usa?: Tablero eléctrico, un equipo médico incomprendido - Parte 1
Es más barato prevenir un problema, que resolver un problema. La prevención de un problema está en función de la información que podamos obtener y brindar. Si entendiéramos que los problemas son, en la mayoría de los casos, consecuencia de una mala comunicación, todos trabajaríamos en mejorar nuestras habilidades de redacción y vocabulario. Lamentablemente no es el caso, nos gustan más los memes.
La historia de hoy…
Enfermera: ¡Beto de biomédica! ¡Beto de biomédica! Pase por favor a quirófano, el doctor está muy molesto ¡Sala 3, por favor!
Beto: Disculpe ¿Qué doctor es?
Enfermera: El más enojón
Beto: A la shit, ese doctor me ama (sarcasmo). Bueno, voy para allá - Mientras caminaba pensaba - ¿Ahora con qué sorpresa me va salir? ¿Querrá que le arregle de nuevo su grapadora? ¿Me traerá la televisión de su mamá para repararla? ¿Me pedirá que le revise su máquina de escribir? Pienso que ese doctor y yo tenemos una relación tóxica, necesita maltratarme siempre antes y durante de una cirugía, tal vez porque mi presencia le da suerte o tal vez ya me agarró de su puerquito.
- Llegué a la sala 3 y pregunté muy amablemente cuál había sido el problema. Me comentó el Dr. - Tu placa de la unidad de electrocirugía hizo chispas hace rato que la estaba probando. Casi me electrocuto por tu culpa, esto lo va saber dirección médica - Me acerqué y me encontré con una magnífica sorpresa: Una placa metálica con un cable plug pegado con cinta microporo. El problema era que estaba muy desgastada y a alguien se le ocurrió “mexicanearla”.
Beto: Híjole Dr. Esta placa se supone que ya se había dado la orden de desecharla ¿Por qué la tienen aquí? Se entregó la debida documentación a jefatura de quirófano para sustitución. Tengo entendido que tenemos placas desechables nuevas de esas azules. ¿Por qué mejor no la cambiamos?
Dr. Enojón: Porque esta es grande y me gusta.
Beto: Entiendo que es grande y le gusta, pero mire las condiciones de esta placa, ya no son seguras ¿No acaba de ver que sacó chispas?
Dr. Enojón: Pues sí, pero me siento más a gusto cuando opero. Esta placa lleva conmigo 7 años y nunca me había pasado, a mí se me hace que tu unidad de electrocirugía la descompuso ¿No la podrías reparar ahorita? ¿Y cuando termine mi cirugía te la llevas para que la vuelvas a soldar? Ahorita la pegamos con cinta microporo y así ha de jalar.
Beto: Sí, claro. Déjeme repararlo aquí durante la cirugía. No me tardo, voy por mi caja de herramienta y mi cautín, es más, deje voy por el becario para que aprenda y me voy por las cocas… ¡Claro que no! Y aunque se enoje no le voy a contaminar la sala y tampoco vamos a causarle un daño al paciente. ¿Sabe usted que lo mínimo que podemos hacerle con la placa es quemarlo? Podemos matarlo y la verdad yo sí quiero ir al cielo. Así que con la pena, pero me voy a llevar la placa, pida una desechable al área de enfermería, aunque no le gusten.
Dr. Enojón: No se la puede llevar, es mía.
Beto: Es del hospital y me vale una hectárea de… (Lo que gustes agregar)
¿Te acuerdas que en la escuela llevaste alguna materia relacionada a circuitos eléctricos?
¿Recuerdas que no ponías atención porque pensabas que eso nunca lo ibas a utilizar? ¿Recuerdas que pasamos esa materia de noche? Bueno, pues sorpresa, esa materia es tan importante que puede establecer la vida o muerte de un paciente.
Cuando nosotros realizamos la revisión de un equipo médico ¿Qué revisamos? Bueno, de acuerdo a nuestro checklist verificamos las condiciones físicas, las condiciones de funcionamiento y las condiciones de seguridad. Por ejemplo en quirófano: Llegamos, nos ponemos nuestro uniforme azul y las botitas y posteriormente ingresamos al área para evaluar la tecnología médica antes de cada cirugía.
Cada sala cuenta con su máquina de anestesia, mesa quirúrgica y lámparas. Dependiendo de los procedimientos realizados, hay equipos muy especializados, por ejemplo: Bomba extracorpórea, un vitrector o un pentero. También revisamos las condiciones de aire, vacío y oxígeno, así como las condiciones de operación de aires acondicionados y extractores…
Pero hay algo a lo que no prestamos atención en la mayoría de los casos simplemente porque no podemos verlo, pero es momento de considerarlo equipo médico por el impacto que genera al paciente y al médico
¡El incomprendido tablero de aislamiento!
¿Sabes qué es un tablero de aislamiento?
Empecemos por partes. Un tablero de aislamiento es un sistema que brinda protección al paciente y personal médico contra las corrientes de fuga, que a veces por un diseño incorrecto puede sufrir una instalación eléctrica. Son algo así como un Dios: Nadie puede verlo, pero está en todas partes, en todo momento y a eso hay que tenerle respeto.
¿Todavía no te sorprende? Espérate, vamos empezando ¿Alguna duda? Yo tengo una: ¿Qué diablos es una corriente de fuga?
Una corriente de fuga es una cierta cantidad de amperaje que fluye por el aislamiento de un filamento de cobre. Cuando esta corriente de fuga es mayor, puede generar ciertos disparos e incluso generar variaciones en el voltaje. En pocas palabras: Es corriente que si no está correctamente referenciada a un sistema de tierra correcto, puede direccionarse al paciente por medio del piso o cables, generando un macroshock o microshock en el cuerpo humano. Te la pongo más fácil, una corriente de fuga puede generar un daño cardiovascular o más fácil: Mata. Es por eso que necesitamos realizar pruebas de seguridad como medida de prevención a cada uno de nuestros equipos médicos y a nuestro sistema eléctrico de suministro.
¿Cuál es el primer paso?
Que compres un buen multímetro, que identifiques la referencia equipotencial de tus equipos médicos, que midas voltaje, amperaje y resistividad y con ello, vayas a tu computadora y lo registres en un excel, lo compares con la norma y validar que todo esté en orden. Ese es el primer pasito. Lo demás te lo diremos si nos acompañas al curso con los amigos del CIBEJ:
Imagínate por un momento que eres un paciente al que se le va practicar una cirugía de vesícula. Una cirugía hasta eso sencilla, pero ¿Qué crees? Que los valores de corriente de fuga en tu sistema eléctrico son mayores a 5 amperios y no lo sabes ¿Qué podría pasar? Ah, pos te causas una fibrilación ventricular a tu corazón y te llamabas…
¿Te das cuenta que sí es algo importante, pero en la mayoría de los casos no le tomamos atención?
Es por eso que un tablero de aislamiento ayuda en la prevención de daños por descarga al paciente y al mismo médico dentro de la sala de cirugía. Es por eso que se considera un equipo médico y por tanto debemos realizar pruebas completas de seguridad.
Volvamos al ejemplo de la unidad de electrocirugía:
Este equipo médico funciona básicamente con una corriente a alta frecuencia en la banda de radiofrecuencia, teniendo como referencia 2 electrodos con el fin de generar calor en los tejidos para coagulación y corte (Dependiendo de los valores de energía puedes manejar diversas modalidades de profundidad y distancia). El funcionamiento de este equipo debe estar sujeto a valores de calibración muy precisos, ya que de esto depende la calidad de corte y coagulación para el médico.
Este equipo cuenta con una placa de referencia y una pinza de mano. Ambas funcionan como un circuito eléctrico, sin pinza o sin placa, el circuito se mantiene abierto (Ósea que no funciona, no prende pues) Entonces ¿Cuál es el parámetro más importante de este equipo? Bueno, pues si funciona con corriente eléctrica a ciertas frecuencias, es por sentido común que debemos verificar las condiciones de suministro eléctrico.
¿Se acuerdan de la placa asesina? Bueno, pues esa placa es un peligro porque presentaba un daño en su cablecito que se conecta a la entrada de la unidad de electrocirugía, el cual fue “arreglado” con cinta microporo ¿Te imaginas la corriente de fuga que pudiera presentar? y si ese cable generara una chispa ¿Qué podría pasar?
Imagina por un momento el caso hipotético que la máquina de anestesia tiene una fuga considerable de gas anestésico y oxígeno y nadie la detecta. Suma a esto que el aire acondicionado y los extractores no cumplen con los valores de flujo y presión unidireccionales y que estamos saturando el espacio de quirófano de una mezcla locamente piromaniaca.
¡PUM! Se genera un chispazo por la placa asesina ¿Y qué crees que pase?
Mira en la imagen de abajo…
Yo no quisiera estar ahí.
Es por eso que nosotros como biomédicos debemos contar con los conocimientos de seguridad eléctrica hospitalaria. Estos conocimientos nos ayudaran a tener mejores planes de contingencia, mejor control de nuestros equipos y valoraciones más completas de calidad que garanticen la seguridad eléctrica de nuestros pacientes, es por eso que te invitamos al siguiente curso:
“Sus servidores de Intelligeomedica en colaboración con la SOMIB, el Colegio de ingenieros Biomédicos de Jalisco, el Clúster de Ingeniería Biomédica y Dwppön Elektric, los pasamos a invitar al siguiente curso “Instalaciones eléctricas en áreas de atención a la salud” que se llevará en la ciudad de Guadalajara, impartido por el Ing. Saúl Treviño. Mándanos correo o pregunta en los comentarios para enviarte la carta descriptiva y con mucho gusto aclararemos sus dudas:
•medica@intelligeo.com
• rgomez@intelligeo.com
¡Muchas gracias!
Beto de biomédica

BLOG- 124 ¿POR QUÉ EL INGENIERO BIOMÉDICO NO DEBE TRATAR, DIAGNOSTICAR Y RECETAR A PACIENTES?

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