CON EL HAMBRE LA PENA SE QUE TE QUITA: VENTAS EN LA
BIOMÉDICA
Una ocasión yo me encontraba de becario en el área de
biomédica, cuando llegó un proveedor. Recuerdo que para esos tiempos, estábamos
en temporadas de año nuevo y reyes, todo el hospital en su mayoría estaba
preparándose para los festejos.
El proveedor llegó y lo noté algo preocupado.
Beto, quiero ser sincero contigo, no tengo dinero para el
regalo de reyes de mis hijos, traigo sensores de oximetría y no los he podido
vender. Por favor ayúdame, me siento mal, me siento frustrado, no nos ha ido
bien en ventas- me dijo.
Ingeniero, de verdad quisiera ayudarte pero no tengo
autoridad para aprobar la compra de los sensores- le dije.
El me miro, recuerdo bien su estado tan decaído, que para
serte sincero, comprendo bien la desesperación de no llevar sustento a casa.
Recuerdo que en ese tiempo ese ingeniero estaba empezando, iba con su mochila
hospital por hospital y ofrecía sus productos. El andaba todo el día
recorriendo león en camión, cargando con su material.
Mira inge, está bien, la verdad si necesitamos esos
sensores- le dije. Voy hablar con compras, y veré si puedo yo firmar esa
adquisición.
Lo bueno de llevarme bien con compras, era que confiaban en mí,
y no era para menos, realmente si ocupábamos los sensores, pero a veces los
tramites nos quitan más tiempo, que la compra misma.
Me dijeron en compras que si, el ingeniero me entregó los
sensores y le pagamos en efectivo.
El ingeniero empezó a llorar, la verdad no supe ni que
decirle. Me dijo gracias y se retiro.
Pasaron algunos años, yo renuncié al hospital y decidí
emprender.
CON EL HAMBRE LA PENA SE TE QUITA
Cuando renuncié tenía una cantidad de dinero ahorrada, que
iba a utilizar para invertir en los servicios que iba a presentar. Me dirigí a
hospitales y la verdad muchos me batearon, es normal cuando empiezas.
Uno como emprendedor aprende a lidiar con el fracaso, la
frustración, el miedo, la desilusión y la dudas sobre si realmente fue buena
idea dejar un lugar seguro. Recuerdo que fui al último hospital de mi lista de
visitas y me dieron un rotundo no, incluso hasta se portaron groseros.
Yo en lo personal pienso que nunca debemos pensar en que
estaremos siempre arriba. Un emprendedor debe comprender que esa vida se trata
de subir y bajar, de enfrentarte ganar y perder, de crearte un carácter para
resolver muchos tipos de problemas, a los que tal vez no estás tan preparado.
El emprendimiento es una pelea constante de boxeo.
Saliendo del hospital donde me batearon, justamente me
encontré a ese ingeniero que años atrás me vendió los sensores.
¡Ingeniero! ¿Cómo estás? ¡Qué gusto me da verte! Que andas
haciendo por acá ¡- me preguntó
Vine a ofrecer mis servicios inge, estoy empezando mi
pequeña empresa- le dije
Entonces el ingeniero sin dudarlo me d pregunto: ¿cómo te
ayudo? Dime, que necesitas, ocupas insumos y equipo médico para vender, te lo
paso sin problema, ocupas capacitación, adelante vente conmigo, gana
experiencia y cuando estés listo, te lanzas tu solo.
¿Te das cuenta?
Ese ingeniero me facilito vender equipamiento médico de
distintas marcas, vender insumos e incluso me invitó a capacitaciones de manera
gratuita, me ofreció capacitarme y además respaldarme si un día me atoraba con
un equipo médico. Y todo por comprarle unos sensores hacia años atrás.
Me di cuenta que el ingeniero empezó a crecer, de verlo
andando en camión vendiendo sus sensores, ahora era una empresa de 30
trabajadores dedicados al servicio para hospitales. Sin duda esos años creció
demasiado y me dio su mano.
TRATA A LAS PERSONAS COMO TE GUSTARIA QUE TE TRATARAN
Una máxima en vida es esa, nunca sabes con quien puedes
toparte, por tanto debes ser muy amable, la vida sube y baja y nunca sabes
quien te va dar su mano. Cuando uno es emprendedor, no le conviene tener
enemigos y si tener muchos amigos para hacer buenos negocios.
Cuando uno es emprendedor tiene miedo, dudas, se cree
incapaz, la incertidumbre nos apresa, el fracaso se vuelve nuestro peor
enemigo, pero es normal sentir eso. Justo cuando salimos del estado de confort
y nos enfrentamos a problemas que nunca habíamos tenido, es donde tenemos un
crecimiento real.
Siempre he pensado que el aprendizaje se da en la práctica y
muy poco en los libros. Y solo cuando tenemos hambre, estamos decididos apostar
todo lo que tenemos. Un proyecto nunca será grande si no lo tomas enserio, y
para que sea un proyecto serio necesitas compromiso, sacrificio y entrega.
Una vez que el ingeniero me ayudó con los insumos y equipos
médicos, ya no solo llegaba a los
hospitales presentando solo mi hoja de servicios, también podía
ofrecerles opciones de compra y eso era bueno, ya que comenzaron a tenerme
confianza.
Primero comprándome cosas pequeñas, después equipos básicos,
hasta finalmente una máquina de anestesia.
Con el tiempo aprendí, que salirme de mi trabajo fue la
mejor decisión de mi vida. No una decisión sencilla, ya que dejaba atrás
horarios, quincenas una rutina que durante muchos años yo estaba acostumbrado,
ese cambio de hábito me costó mucho trabajo, pero fue un buen reto para crecer.
Siempre he pensado que los deseos deben acompañarse de mucha
hambre y cierto grado de ambición. Las ventas es una habilidad que debes
desarrollar diariamente. Tu capacidad de ofrecer, mostrar, convencer y cerrar
un trato.
Un buen vendedor es alguien que conoce su producto y lo
lleva a muchos lados para resolver el problema de alguien. Siempre he pensado
que el vendedor, es el nivel más importante de las empresas. Si no desarrollas
esa habilidad, será difícil que puedas sobrevivir en este medio tan demandado.
Al principio uno siente pena y no sabe cómo hablar con los
clientes potenciales, tenemos miedo de que nos digan que no y pensamos que así
será siempre. Habrá ocasiones que ganemos ventas, habrá otras, sin embargo un
buen vendedor solo se forja vendiendo, practicar y vender hasta que
desarrollamos nuestro propio talento.
Es cierto que hay métodos, libros y videos respecto al tema,
pero yo pienso que no hay como la experiencia propia, la ejercitación mental
diaria y el trabajo diario del vendedor. Hablar, presentarte, proyectar una
idea, una visión, una alternativa son herramientas necesarias.
Pero también necesitamos enfrentar nuestros miedos,
carencias, inseguridades y complejos. Un buen vendedor se curte con el carácter
y se forma con la experiencia. Hay personas a las que no les gusta vender, es
más ni siquiera les gusta hablar con extraños, la pregunta es ¿Cómo siguen
aquí?
Somos seres sociales por naturaleza y ha sido esa nuestra
principal ventaja frente a otros depredadores. ¿cómo me vienes a decir que tu
no ocupas vender? El científico, el académico, el ingeniero de servicio o el
ingeniero clínico deben vender su trabajo, para obtener algo.
Todos somos vendedores en un bajo o alto nivel.
¿CÓMO EMPEZAR A TENER SEGURIDAD EN MI?
1.Aprende hablar con todo tipo de gente.
2. Lee mucho acerca de temas diversos, debes tener mucha
cultura general.
3. Sal a la calle, toca puertas y enfréntate al fracaso
4. Desarrolla piel gruesa, no tomes nada personal, es solo
parte de emprender.
5. No existe un método, los grandes vendedores empezaron
igual.
Recuerda siempre, la pena se quita con hambre. Sal y busca,
ofrece, pierde, gana, esa es la experiencia maravillosa de vivir.
Beto de biomédica
Ing. Biomédico y abogado
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