NO TE ARREPIENTAS DE ESTUDIAR BIOMÉDICA
Conozco a mucha gente que se arrepiente, porque dicen que no hay campo laboral, los sueldos están por debajo, y no era lo que esperaban ¿pero realmente el problema es de la ingeniería biomédica o hay otros factores que la determinan así?
Durante mi experiencia, me he encontrado un desconocimiento
de la carrera y todo lo que ello deriva, las personas van al médico y se
tratan, pero ignoran toda la tecnología que hay detrás de un tratamiento, una
monitorización o de un diagnóstico.
Por otro lado, la falta de una cultura tecnológica, ha
generado que, al ingeniero biomédico, se le considere más un técnico que pone
cables, cambia tarjetas, instala y repara equipo, que un profesional con
conocimientos integrales de medicina e ingeniería, para hacer mejores procesos
en el trabajo implicado de la atención médica.
Ahí es donde radica un problema importante: El
desconocimiento de la carrera nos ubica en una posición vulnerable en cuanto a
sueldos, reconocimiento de otros profesionales de la salud e incluso de las
políticas que regulen de mejor manera nuestro trabajo.
Debemos observar el problema con realismo: A muchos
ingenieros biomédicos los contratan para realizar labores técnicas y hasta
cierto grado repetitivas, que, a largo plazo, van creando en nosotros cierta
frustración, porque sentimos que no estamos empleando nuestro conocimiento, y
que tampoco estamos creciendo.
Es por eso que muchos abandonan su desarrollo profesional en
ingeniería biomédica. Por otro lado, tenemos a empresas e instituciones, que,
en lugar de impulsar a sus jóvenes ingenieros e ingenieras, brindando la
confianza de dirigir proyectos, desarrollar mejores habilidades y técnicas de
venta y servicio, los condenamos a cumplir tareas que son poco gratificantes y
por tanto; poco motivadoras.
Conozco a muchos ingenieros que tenían grandes sueños y
mucha capacidad para realizar aportaciones interesantes, pero fue el mismo
medio que los terminó por apagar, simplemente porque son pocas las oportunidades,
otra la demanda y no hay tantos lugares en centros de investigación. Por lo
tanto, la única opción fue insertarse en un medio laboral, que tampoco apoya
mucho que digamos.
Siempre lo he dicho: Lo peor para un ingeniero biomédico es
otro ingeniero biomédico.
Bueno, ya hablamos de muchas cosas feas, pero reales.
¿entonces nos vamos a otra carrera? ¿me equivoque de carrera al dedicarme a una
profesión que no tiene muchas opciones? ¿esto va venir en el examen?
No, yo pienso que las oportunidades vienen disfrazadas de
dificultades. Pienso que tenemos un montón de opciones, solo es cuestión de
organizarnos en lo pequeño, para alcanzar lo grande.
Durante mucho tiempo estuve trabajando en un hospital, al
principio para mí todo era nuevo y tenía muchas ganas de aprender, pero con el
paso del tiempo esa motivación se fue esfumando.
Iba al trabajo y sentía que no crecía, que todas mis
opciones eran limitadas y que por alguna razón todo lo que me gustaba, me
estaba dejando de gustar. Así que decidí detenerme y hacer un cambio de
perspectiva.
Como te comentó, amaba ir al hospital y aprender sobre
equipamiento médico, pero una vez que eso no fue suficiente, comencé a
frustrarme. Este cambio de perspectiva del que te hablo; me hizo plantearme
nuevas ideas, plantearme nuevos horizontes, aun estando en el mismo trabajo.
Obviamente esto que te comento, implica mucho trabajo y
esfuerzo, porque tienes que ser disciplinado, constante y los días que pierdes
la motivación obligarte.
Aprendí sobre equipamiento médico, pero ahora quería
aprender sobre cuestiones médica. Lo dije en algún momento: Nosotros no somos
tan buenos como un mecánico o un electrónico, pero si podemos ser mejores que
ellos, hablando con médicos, entendiendo sus problemas a partir de la práctica,
en pocas palabras: Tener conocimientos sólidos en ingeniería y medicina.
Entonces decidí continuar trabajando en el hospital, sumando
a esto actividades con algunos doctores: Entrar a sus clases, entrar de
observador a cirugías, leer libros que me recomendaban, hablar con ellos, hasta
el punto, que ellos empezaron a tomarme más en cuenta y respetar a la
ingeniería biomédica.
Por primera vez dejaron de verme como un arregla aparatos y
comenzaron a entender la importancia de la ingeniería biomédica en su práctica
diaria. Para serte sincero eso no le gustó nada a mi jefe, porque llegó un
momento que los doctores me buscaban directamente a mí y no a mi superior. Y
con esto quiero darte a entender que yo no era mejor que mi jefe, pero al tener
una relación más estrecha con ellos, así lo pensaban.
Pasé de ser el técnico que conectaba los equipos médicos, a
ser tomado en cuenta para proyectos en sus consultorios o clínicas, sin querer
este cambio de perspectiva me ayudó mucho a relacionarme con la profesión
directa de nuestro existir: La medicina.
Lo que quiero que me entiendas es: No es sencillo estar en
un trabajo donde sientes que ya no puedes crecer, tampoco es sencillo aguantar
un jefe que no valora tu trabajo, pero siempre podemos encontrar un cambio de
perspectiva que nos lleve a otro camino, incluso, hasta renunciar y encontrar
algo mejor.
Mucha gente se encuentra desilusionada, y claro no es para
menos, pero debe ser esa problemática, la que nos motive hacer un cambio de
perspectiva y mejorar la forma en la que vendemos nuestra labor, te voy a poner
un ejemplo sencillo.
Una vez me contrataron para reparar un monitor de signos
vitales, lo desarme y era un cable suelto. Si yo le digo al doctor: Era nadamas
un cable suelto, el va pensar que es un trabajo sencillo y que la ingeniería
biomédica es eso: reparar cables sueltos.
A diferencia si le dices: Hola doctor, realicé la revisión
del equipo, primero una inspección física externa y posteriormente una interna,
evaluando el problema, encontramos que el conector del cable de pantalla estaba
desconectado, pero ya procedimos a conectarlo, realizamos pruebas de
funcionamiento con un analizador, esto con el fin de descartar que ese sea el
problema y no otra cosa y constatamos que el equipo se encuentra en buenas
condiciones y que este problema no se volverá a presentar.
El doctor dirá: Este ingeniero es una pistola.
Beto de biomédica