Siempre he pensado que la vida te
pone continuamente exámenes, este de la certificación se iba a evaluar con un
10 o nuestras patitas a la calle. Es por eso que son importantes. Antes de
continuar con nuestro breve relato amigo lector, permíteme explicarte porque
digo que una certificación hospitalaria es tan importante: Es la diferencia
entre subrogar o no subrogar pacientes de gobierno, y ¿qué es la subrogación?
Mucho dinero para que el dueño se compre un porche y vaya de vacaciones a las Europas.
Y claro, no olvidemos la mejora en los procesos de calidad al paciente.
Es un juego justo, los que
realicen mejor atención, se quedan con la mayor parte del pastel. Mi trabajo no
es cuestionarme si el dueño del hospital se comprará un auto nuevo, mi trabajo
(nuestro trabajo) es garantizar que la información de los equipos médicos esté
en lista y no haya un problema cuando llegue el consejo de salubridad. Nuestro
trabajo es no perder nuestro trabajo.
Mientras nos encontrábamos en ese
trance, tocaron la puerta. Abro, y veo que es un ingeniero de una empresa
alemana. Serio, con una mirada que parecía que estaba poseído el mismísimo Belcebú.
Hola buenas tardes, vengo de una
empresa bien importante y como trabajo en esa empresa bien importante, yo soy también,
bien importante, mira, observas estas manos, justamente desarmaban equipo
médico antes de que vinieras al mundo muchachito, ves esta mochila, contiene
herramienta de la mejor marca, ¿observas estos analizadores fluke? Yo no me
ando con mamadas por eso soy chingón, y como soy chingón, debo hablar con tu
jefe, no contigo mortal becario- De seguro eso lo dijo en su mente, porque lo
imaginé.
Buenas tardes, vengo a darle
mantenimiento al acelerador lineal y me mandaron con el coordinador de
biomédica- Dijo de forma arrogante, sin mirarnos.
Sí, soy yo- Contestó mi coordinador
Puede pasar, uno de los muchachos
lo acompañará para notificar al área- Dijo mi coordinador que también sacó sus
medallas de guerra: Una mano quemada por tocar una esterilizadora.
Uno de mis compañeros lo
acompañó, honestamente agradecí a mis chek list pendientes que no me dieran
permiso, la verdad “Don Ing chingón” me cayó mal, y más porque le saludé y le
dije: Buenas tardes y me ignoró.
Me fui hacer mi check list, ya
conoces el proceso:
1. Imprimir
el check list
2. Ir
al área a tomar nota
3. Pero
antes pasar a la tienda por unos chocolates
Cuando regresé, me encontré a mi
compañerito becarius toda tripa (triste), sentadito en su mesa, pensando en
porque los cangrejos caminan hacia atrás. Oye ¿Por qué no estás en el área de
oncología con “Don chingón”-Pregunté
Me corrió, me dijo que no
necesitaba ningún asesor para hacer su trabajo y que lo dejara en paz. Por eso
me vine- Contestó con los hombros afligidos.
Entiendo, ¿estás diciéndome que “Don
chingón te sacó del área y te dijo que te fueras a biomédica para que no le estorbaras?
– exclamé
Correcto
Bien, podrán decir de mi lo que
quieran, pero jamás voy a permitir que nadie le diga bulto estorboso a ninguno
de mis compañeros ¿qué diría Rousseau? ¿Qué diría Churchill de tan grande
ofensa? No señor, esta guerra apenas va empezar- Igual lo dije en mi mente.
Ok, ahorita vengo, voy al baño- y
me salí.
CAMPO DE BATALLA: 2 MACHOS ALFA
EN EL ÁREA DE ONCOLOGÍA
Mientras me dirigía al área de
oncología, pensaba en cuál iba ser la estrategia a implementar para ganar esta
guerra de egos contra “don chingón” y yo su servilleta (servidor), pues estamos
de acuerdo que mi trabajo, nuestro trabajo como biomédicos de hospital es verificar
y evaluar las actividades desarrolladas por el proveedor ¿estoy en lo correcto?
Si. Bueno mi primer argumento moral era ese: Debo estar presente durante el
servicio y como mi jefe ya no estaba y yo era el becario más antiguo, me tocaba
dirigir este barco llamado biomédica, borde del fin del mundo.
Ya que sabía que tenía la razón y
que yo debía estar presente durante el servicio, pensé: ¿Cuál será la
estrategia a seguir si el ingeniero intenta hacerme correr del campo de
batalla? Primero debes conocer a tú enemigo:
Ingeniero “Don chingón”
1. Edad:
de muchos años
2. Estatura:
Un poco más bajito que yo
3. Antropometría:
De un putazo si me tumba
4. Dieta:
Le encantan los carbohidratos
5. ¿Puede
correr y alcanzarte? No
Bien, de acuerdo a mi análisis
anterior, determiné que unos putazos en el área de oncología no iban a resolver
el problema, éramos 2 machos alfa en un espacio hospitalario demasiado pequeño.
Solo había 2 maneras de vivir: O me quedaba a ver el servicio y aprender, o el
sacaba el pecho y como pavo real me mandaría al departamento de biomédica, para
acompañar a mi compañero becario.
El mundo es un lugar cruel y a
eso debemos adaptarnos.
Seguí mi camino, estaba decidido
a dejar el alma en el ruedo, estaba decidido a morirme en la raya, mientras me
encomendaba al creador, pensaba en mi futuro, en mi pasado. Toda mi vida en un
flash: Mi primera esterilizadora quemada, mi primera salchicha abierta por una
unidad de electrocirugía, mi primer desayuno en el comedor. Todo ahora se había
convertido en un espejismo que se escapaba con mi infancia, cuando a mi mente
llegó una idea brillante: Yo soy el hijo del dueño, tráiganme a Thanos.
ESTRATEGÍA: SOY EL HIJO DEL DUEÑO
Hola ingeniero, buenas tardes,
¿cómo está? -Ignoró mi pregunta, tal cual mi primera casi novia de primer
grado, cuando le grité a mitad del salón: ¿Quieres tu ser mi novia?
Siguió trabajando, yo, me senté
en una silla, tomando mi distancia, no vaya ser que en algún momento del día me
quisiera tomar del cabello, mi hermoso cabello y lanzarme en un tiro parabólico
a partir rábanos.
Ok, mi primera pregunta fallo,
strike 1. Probemos ahora la estrategia de la empatía:
Ingeniero, ¿ya comió? Voy a ir a la tienda ¿quiere que le traiga
algo? ¿un refresquito? ¿una coquita? ¿un dulce?
Desperté la furia del infierno,
me miró y tomo su desarmador plano marca truper, se aproximó a mí y lo clavo en
la yugular… Espera eso lo estaba soñando.
No gracias, pero si te retiras
voy a estar mejor- contesto sarcásticamente en un gancho al hígado.
De pronto vi mi imagen reflejada,
mis ojos empezaron a cristalizarse, mis ilusiones se iban al suelo y me visualicé
sentado en biomédica, compartiendo mis rancheritos con mi colega becarius. Era
momento de quemar un cartucho, de soltar una bomba, de disparar el cañón.
Bueno ingeniero, entonces lo dejo
solo. Si necesita algo, le dice a la enfermera que le manden llamar al hijo del
dueño. Pasa una bonita tarde.
En ese momento, con la misma fe y
esperanza que Jesús emitió en sus palabras “Lázaro levántate y anda” se acercó
a mí, me dijo: Perdón, puedes quedarte, apenas estoy desarmado, pero con mucho
gusto puedes preguntar
¿Puedo ayudarle a pasarle la
herramienta?
Si, incluso te dejaré que
conectes el analizador de radiación- contestó
Wo, pensé en mi mente, porque
como decía un rapero “mi mente sabe”, nunca me imaginé que la estrategia de soy
el hijo del dueño funcionara tan bien.
El ingeniero se portó a todo dar,
me explicó, me permitió ayudarle y a realizar las pruebas. Era algo tan chido,
que hasta incluso me invitó a cenar al restaurante del hospital. Por mi parte,
yo me inventé la historia más grandiosa de mi familia (la que se supone construyó
el hospital) y mis viajes por la isla Canarias.
Finalizó el servicio y le firmé
sus órdenes. El día acabó bien, aprendí sobre aceleradores lineales y ya estaba
alimentado.
Años más tarde me volví a
encontrar a ese ingeniero, y me volvió a invitar a comer. Perdona compa, al
chile yo no soy hijo de ningún dueño de hospital, vengo de ser un becario todo
pendejo, que sigue aprendiendo. Digamos que se vender, pero prometo un día
pagarte con unas buenas chelas.
NUNCA TRATES MAL A UN BECARIO,
PORQUE PODRÍA LLEGAR SER SECRETARIO DE SALUD
Siempre que llegan becarios a la
empresa, trato de darles mi mejor atención. Porque si algo he aprendido de la
vida es que da muchas vueltas y nunca sabes dónde te vas a encontrar y que
manos vas a necesitar para construir.
Es muy común que lleguen con
nosotros ingenieras que han sufrido acoso o violencia laboral, y esas prácticas
deben combatirse, no con palabras, con hechos, con denuncias y exposición. No
podemos permitir que más personas sean dañadas, destruidas, debemos de hacer de
la biomédica y todas las profesiones un lugar mejor.
De nada te sirve retener el
conocimiento, si no estás dispuesto a compartirlo ¿Cómo quieres ganarte el
aprecio de las personas si no estás dispuesto ayudar? Es solo que nuestra
cultura de formación está equivocada: El individualismo debe desaparecer, para
dar lugar al cooperativismo.
En muchas ocasiones he visto como
los ingenieros más experimentados, sobajan a los estudiantes, a los recién egresados,
como si esa fuera la única forma en la que obtendrán reconocimiento y poder,
que triste. Pienso que las reglas del éxito son muy sencillas: Trata a los
demás como te gustaría que te trataran, y comparte el conocimiento que portas.
La vida da unas vueltas
tremendas, puedes estar arriba, como puedes estas debajo de la carreta (los
miserables) y necesitar ayuda del más vulnerable, del más desprotegido. No
sabes si el becario que recibas hoy, el día de mañana llegue a convertirse en
alguien sumamente influyente y pueda darte de comer.
Trata bien a la gente por lo que
son y no por lo que tienen. Se amable con las personas, solo nosotros sabemos
el peso y tamaño de cruz que vamos cargando. Nada nos cuesta brindar ayuda,
compartir un conocimiento, acompañar en el proceso de aprendizaje de las
personas.
Si de algo te sirve, diles que
eres el hijo del dueño, te van a tratar mejor.
“Dedicado a todos los becarios
que han ofendido y humillado por no tener la experiencia y conocimientos
necesarios”
Beto de biomédica
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