Iba en camino a festejar el año nuevo, con mi suéter recién comprado, me sentía bien paveado, con la familia de una ex novia. Recuerdo que ese día salí de trabajar del hospital, más temprano de lo habitual. Es curioso, pero comúnmente todos queremos irnos temprano para arreglarnos y recibir bien elegantes el año nuevo.
Mientras iba en el betomovil, reflexionaba sobre todo lo que en ese año aprendí, las personas que se fueron y los problemas que tuve que superar.
Honestamente estaba muy emocionado, pues un año nuevo es como un nuevo comienzo, una nueva forma de hacer las cosas, un montón de promesas que nos hacemos antes de iniciar.
Bajar de peso, conseguir novia, viajar a mis lugares favoritos, aprender un idioma… Ese año se había terminado y ninguna de esas promesas logré cumplir. Llegué al final del año con más traumas, más miedos y kilos de sobrepeso.
Conducía por la carretera, cuando mi canción favorita de los Beatles “come together” se vio interrumpida por una llamada entrante. -Bueno, buenas noches, hablo con Beto de biomédica?-Pregunto una voz desconocida para mis oídos.
Lo primero que pensé fue: de seguro son cobradores del banco, solicitando una fecha de promesa de pago de mi préstamo de nómina o tal vez alguna empresa que desea ofrecerme el cambio de línea telefónica. Cualquiera de los 2 casos, no debía contestar.
Sí, soy yo, buenas noches ¿en qué puedo servirle? –pregunté
Mire, estamos en terapia intensiva y hace un rato bajamos aun paciente de piso. Este paciente es nefròpata y necesita urgentemente su tratamiento de hemodiálisis. Hace un momento solicitamos trasladar la máquina de hemodiálisis y la ósmosis portátil. Cuando prendimos ambos equipos, todo parece que inician bien, pero después de 5 minutos la máquina de hemodiálisis empieza a pitar y no permite finalizar el autotest. Entiendo que es año nuevo, ¿sabe cómo podríamos resolverlo?- Preguntó muy nervioso
Ok, ayúdeme a revisar lo siguiente:
Desconecte la manguera que sale de la ósmosis y que va a la máquina de hemodiálisis, cuando usted prende la ósmosis portátil, debe salir agua. ¿Sabe cuál manguera?- pregunté
Sí, es la manguera azul- Permítame contestó
Me detuve, tome mi teléfono y decidí marcar a mi compañero. Casualmente a él le tocaba la guardia. Marqué, no contestaba, marqué por segunda vez, la llamada no entró nuevamente. Posteriormente decido llamarle a mi jefe: “teléfono ocupado, por favor, deje su mensaje” Me lo dijo una contestadora grabada, que no entendía la magnitud y urgencia de mi problema, maldita sea.
En ese momento es cuando uno debe tomar decisiones:
1. No me tocaba esa guardia
2. Mi compañero no contestaba
3. Tampoco mi jefe
¿Cómo podría saber yo, si el problema no era de usuario o técnico?
¿Y si estoy subestimando el problema? ¿Y si el problema es tan básico que por no resolverlo el paciente se muere o le causamos un daño irreparable? ¿Y si me corren o nos corren a todo el departamento de biomédica por no atender una guardia?
Busque el retorno más próximo y decidí dirigirme al hospital.
Bueno, doctor, ¿pudo revisar lo que le comenté?-pregunté
Mira, ya revisamos la manguera, pero no sale agua. También revisamos el suministro de la llave y ahí si hay agua. Algo debe estar pasando con la ósmosis. ¿Cree que alguien pueda venir? Es que no podemos mover con facilidad al paciente, pues tiene quemaduras de tercer grado y muchas heridas aún abiertas-dijo
Sí, no se preocupe, voy en camino al hospital.
LOS 30 MINUTOS MÀS LARGOS DE MI VIDA
Mientras iba en camino me acordé de Laura, y la noche en la que se nos fue. Me sentí igual, pues ella también era nefropata y la noche que la despedimos, recorrí el mismo camino. Tenía que llegar pronto. Nunca superas una muerte, solo aprendes a vivir con la ausencia. Es tan corto el amor y largo el olvido, dijo Sabina
Tome malecones, bulevares y algunas calles. En cuestión de 30 minutos ya estaba poniéndome mi bata y botas, para ingresar a la terapia intensiva. Buenas noches, ¿puedo pasar a revisar la ósmosis de traslado?-Preguntè
Si, por favor, adelante.
Bueno, manos a la obra ¿qué hacemos primero?
Lo primero es encomendarse a Dios, pedirle que todo salga bien y que nos permita resolver el problema. Me esperaban y tenía que recibir el año en compañía de los que me quieren. O por lo menos creía que me querían, esa morra me engañó semanas después jajajaja.
Lo segundo es entender el origen del problema. Si la ósmosis de traslado no está impulsando agua, tenemos que descartar lo siguiente:
Suministro hidráulico del hospital, verificar el flujo y presión de entrada. Es importante siempre tener un manómetro para ello instalado precisamente en la salida de la toma. A veces pasa que tenemos salida de agua, pero es poca la presión y por tanto no alcanza a vencer la resistencia de los filtros de sedimentos de ingreso.
Estaba revisando el suministro, el flujo y presión era correcta. No, no tenemos problema de suministro general, el problema estaba en la ósmosis de traslado.
Doctor, necesito desconectar la ósmosis de traslado y sacarla del cubículo, el problema puede estar en la ósmosis de traslado, necesito desarmarla.
¿Cómo cuánto tarda?- pregunto el doctor.
Revisándola más o menos me tardo una hora, en repararla solo Dios sabe- le dije
Desconecté la osmosis y la extraje del cubículo y la lleve a otro desocupado, bajé por mi herramienta y posteriormente comencé a desarmar. Desarmador de cruz, pericas, multímetro etc. Todo cuanto era necesario.
Si la ósmosis no impulsaba agua por el sistema de tratamiento, primero habría que revisar válvulas, electroválvulas, impulsores y bombas hidráulicas. Para realizar dichas pruebas necesitamos primero evaluar el sistema elèctrico que controla al sistema electromecánico. Interruptores, presostato, apertura de válvulas, hasta filtros de carbón activado, ceolita y ajustadores de flujo. A veces pasa que la membrana puede taparse y no permitir el paso correcto de agua.
Poco a poco estuve revisando cada elemento. La verdad estaba muy incómoda, tenía del otro lado al paciente cada vez peor, a un doctor nervioso, y a un beto de biomédica impaciente por resolver el problema, era año nuevo.
Encontré la falla: una bomba impulsora estaba encendiendo, pero internamente las aspas parecían que estaban pegadas. Muchos me dirán: solo desarma el impulsor y remueve el obstáculo de las aspas y final del problema.
El hecho de desarmar el impulsor automáticamente generaría una contaminación al sistema. En segunda instancia debíamos sanitizarlo y en tercera instancia ¿quién me aseguraba que así resolveríamos el problema?
Algo teníamos que hacer. Decidí desarmar la bomba impulsora y llegar hasta el aspa. Me encontré algo muy triste: el aspa estaba destrozada. El impulsor prendía con normalidad, aunque no servía de nada pues no impulsaba agua ¿Qué haces? No tenía refacción para echar andar el equipo, aparte era año nuevo, nada estaba abierto a las 11:15 de la noche.
Dr, tengo una buena y una mala, la buena es que ya encontré la falla, la mala es que no tengo refacción para que podamos echar andar la ósmosis de traslado ¿Cree que podamos trasladar al paciente a hemodiálisis?
No podemos moverlo, es casi seguro que trasladándolo, le causemos un daño. Debemos resolverlo- dijo.
Deme unos minutos, iré al taller de biomédica, veré que puedo hacer.
Bajé, al departamento de biomédica, estaba buscando algún impulsor hidráulico de los viejitos, que nos pudiera servir de gallito. Nada, días anteriores mandamos de baja mucho equipamiento médico y refacciones.
Pero ho sorpresa, me encontré un motor hidráulico de ¼ caballo. El problema, que no tenía las mismas conexiones y por su constitución física, la única manera de conectarlo era por fuera de la osmosis, pues no cabía. Busque mangueras e intente hacer ciertos arreglos en las conexiones. Wuala utilizando mangueras, coples, codos y reducciones, logré montar un sistema útil para conectarlo en el lugar del impulsor original. Amonos, que es año nuevo.
Dr, tengo una solución que podría funcionar. Esta bomba podría servirnos, aunque debo conectarla de manera externa. Las mangueras quedaran dentro de la osmosis y la bomba afuera. Otra cosa, para que la osmosis funcione, debemos prender la bomba de manera manual, así que debemos estar pendientes. Voy a conectar, me tardo 1 hora más en sanitizar ¿tenemos tiempo?
Si adelante, nadamas dese prisa, el paciente empeora poco a poco-dijo el doctor.
Me decidí instalar mi sistema improvisado, cople con cople, codo a codo, reducciones, mangueras. Era el momento de prender y realizar ahora los ajustes de presostatos y válvulas de flujo. Acomodar el consumo de litros de agua de producto y encontrar el equilibrio con el agua de rechazo. Realizar la sanitizaciòn y con ello pruebas de dureza y cloratos libres y cloratos totales, así como concentración de conductividad.
Funcionó, hacía mucho ruido, pero funcionaba. No había duda de que nuestro sistema improvisado podría proporcionar el soporte para la hemodiálisis del paciente. Claro, muchos criticaran estos métodos nada ortodoxos, pero la biomédica nació en sótanos, en lugares inhóspitos, donde tienes que improvisar muchas veces por la falta de material, no es justificación, pero es lo que tenemos a la mano.
12:30 am
Iniciamos el tratamiento de hemodiálisis. El paciente comenzó a estabilizar sus parámetros hemodinámicos, su presión y condición metabólica.
¿Doctor el paciente está mejor?
Si, ya se está estabilizando, ya se puede retirar, muchas gracias-contestó.
Mejor me quedo, por si algo malo pasa durante la sesión.
Por cierto Beto, feliz año nuevo- dijo el doctor
Feliz año nuevo doctor- contesté.
Salí 4 horas después. No alcancé a ir a festejar el año nuevo. No me arrepiento, la vida me puso donde me necesitaban, ya tendría 365 días para estar con los míos. Ese paciente al cabo de varias semanas se recuperó y se fue. No volví a saber nada de él y apuesto un avión presidencial a que tampoco se acordará de mí.
Muchas veces contribuimos a mejorar la vida de las personas y curiosamente nadie se da cuenta. Claro es nuestro trabajo, nuestra responsabilidad.
La ingeniería biomédica es la ingeniería más humana.
Camina con orgullo, estamos contribuyendo hacer del mundo un lugar mejor.
Beto de biomédica.
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