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domingo, 7 de junio de 2020

BLOG- 55 Si te quiero, como el amor de 2 personas que se esperan en una terapia intensiva.



Una ocasión estaba con una ex a la que denominaremos “la innombrable” como Lord Voldermort. Esa noche, estábamos ya un poco inspirados por el amor que 2 personas juveniles suelen darse, apasionado y sin miramientos de miedo al futuro.

Cuando de repente como bomba de atómica, ella dejo caer una pregunta en mi pequeño Nagasaki.

Beto ¿me quieres? -Preguntó

¿Heeee mande?

Si pregunté si me quieres-Como navaja incisiva

Si claro que te quiero-Le dije

¿Cómo me quieres? -Volvió a preguntar, chale.

Pues de la única forma que se querer-Esperando a que dejara de acribillarme

¿Y cómo es esa forma? Y ¿hasta dónde? Explícame-Me dijo

Mira, te voy a contar una historia y después de ella entenderás un poco de lo que trato de decir

Una ocasión justamente antes de salir del trabajo, me encontraba en mi último rondín del día. Como tú sabes, más de una vez he ido al hospital en la madrugada por que la esterilizadora falla, entonces decido pasar al cuarto de máquinas a checar.

Curiosamente ese día, había olvidado realizar el check list de equipo médico de terapia intensiva y como no tenía tanta prisa de llegar a mi casa, decidí hacerlo en punto de las 9:00 de la noche. Imprimí mis hojitas de check list, tomé el analizador de desfibrilador y decidí entrar a terapia intensiva.

En el camino al área, presioné el botoncito para que me abrieran “Hola soy beto de biomédica, vine hacer check list” y en eso mientras me habría la puerta, vi a una chica sentada en el área de espera. ¿Por qué llamó mi atención? No lo sé, pero la vi, ella me vio y le dije: buenas noches.

Entré a terapia intensiva y sin miramientos, realicé mi check list nocturno.

Aquí quiero abrir un paréntesis amiguito lector: Desde que era becario me gustaba preguntar a los médicos cual era el diagnóstico de los pacientes, porque de esa manera relacionaba la patología con mi trabajo de equipo médico. Nosotros como biomédicos debemos tomar conciencia clínica y entender que un “aparato” tiene muchísimo impacto en la recuperación de un paciente. No es lo mismo un paciente renal que necesita una máquina de hemodiálisis, a un paciente que tiene quemaduras de tercer grado y necesita una cama con posiciones específicas. No nos centremos en la reparación, enfoquémonos en el ¿Para qué?

Bueno, pues el doctor me platicó de una jovencita, que tuvo un accidente muy grave y lamentablemente su salud estaba muy comprometida. Decidí salir de ahí y dirigirme a casa.

 

Día 2

Como yo trabajaba en el turno de la tarde y hemodinamia estaba justamente en el mismo piso de terapia intensiva, decidí pasar antes de irme. Días anteriores el balón de contra pulsación tuvo un problema y se trabó en mitad de un cateterismo ¿Por qué? Solo Dios lo sabe. En fin, no volvió a fallar.

Al salir me percaté de que la chica que estaba un día anterior, también estaba esa noche. Pasé por ahí y le dije: Buenas noches.

Y como buen jovenazo, me fui a mi casa.

Día 3

Ese día llegué por la mañana, y que ¿crees? Que la esterilizadora de óxido tuvo un problema. La puerta no se podía abrir. Así que subí a destrabar la puerta. Cuando iba entrando al área, volví a encontrar a la misma chica, sentada en el área de espera. Me pregunté a mi mismo ¿Será que ella vive en el hospital como el actor de la película “La terminal”?

Quien sabe, me respondí, no tenía tiempo para filosofar y si, una esterilizadora de gas con la puerta trabada.

Finalizo el día y justamente antes de checar, decidí hacer una apuesta con el beto interior: Si subes al área de espera de terapia intensiva y te encuentras a la chica, vas por unos tacos al pastor y si no está, te dormirás sin cena. Mi corazón me decía que ella iba a estar ahí.

¿Qué crees? Que si estaba jajaja… Tacos vengan a mí.

Ya que estaba gustoso por los tacos, me di media vuelta, cuando mi yo interior dijo: Pregúntale si vive aquí, igual y ella es la que repara los equipos que misteriosamente el día siguiente empiezan a funcionar.

-Oye, ¿tú vives aquí? Es que desde hace varios días te he visto aquí y bueno, tengo las sospechas de que hay alguien repara mis equipos médicos. ¿eres biome? - Pregunté

-Jajaja no, no vivo aquí, solo estoy esperando-Contestó

-¿Esperas como la loca del muelle de San Blas?-Pregunté

-No, solo espero a que un paciente despierte-Dijo pacientemente.

-Haaa ¿y ya cenaste?

-No, no he cenado, bueno aquí traigo una gelatina-DIjo

-¿Gelatina? ¿acaso a eso llamas cena? Que los dioses de la gula te torturen, eso no es cena. Hoy es tu día de suerte, te ganaste unos tacos al pastor, bueno, más bien nos ganamos

 

 

 

Los tacos

Algo tienen los tacos de pastor que curan la depresión, mejoran el ánimo y de alguna manera hacen que tu perspectiva del mundo cambie.

-Anda, escupe tu historia-Mientras devoraba la piña del taquito

-¿Mi historia?-Preguntó

-Sí, no es que seamos presos, pero ¿Por qué estás aquí?

-Mi pareja está delicada de salud, y estoy esperando a que despierte.

-Hablas del señor de 60 año? Perdón, no pensé que fueran pareja, está muy grande para ti. Pero bueno, el amor no conoce de edad.

- ¡Para nada! Mi pareja es la chica del cubículo 6-Contestó

-Yaaa ahora entiendo porque no te vas. ¿la quieres muchísimo verdad? -Pregunté

-Si, en cuanto supe del accidente no me he despegado. Estoy esperando a que despierte

- ¿Y la familia de ella no viene? -Pregunté

-Sí, son los que están allá sentados. Aunque no me acerco a ellos, pues no aceptan nuestra relación.

-Chale, que mala onda. Supongo que entiendo por qué.

Y comimos taquitos.

Ella espero durante 30 días para que despertara su pareja. Diariamente cuando me veía, me preguntaba si la había visto, si había despertado. Todos, todos los días, ella estaba ahí, incondicionalmente. Pasaron 40 días y su pareja despertó.

Un día iba llegando a la terapia intensiva y ya no vi en la sala de espera a la chica. Pensé: Tal vez se cansó de esperar. ¿Cuál fue mi sorpresa? Ella estaba adentro de la terapia con su pareja, diariamente en la hora de visita, le leía.

Par de meses después, la trasladaron a la terapia intermedia. La familia de la chica accidentada, aceptó la relación, pues se dieron cuenta que la compañía de ambas era la mejor cura contra las penas.

Ya no supe que fue de ellas, creo que toda marcha mejor ahora, espero.

Volviendo a tu pregunta, si te quiero, como el amor de 2 personas que se esperan en una terapia intensiva. Un amor que se rompe y deja cicatrices, pero con el tiempo y un poquito de esperanza, vuelve a empezar. ¿Capichi?

Beto de biomédica


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