Aún recuerdo los primeros días en la universidad, recuerdo como nos asignaron por grupos, nuestros horarios y materias. Recuerdo los desayunos en la cafetería y las charlas con mis compañeros de generación y compañeros otras carreras. Es bien padre cuando tienes la emoción y motivación de los primeros semestres, parece que todo va bien, hasta que comienza a complicarse y verse rutinario.
Recuerdo que muchos de mis
compañeros tenían muy en claro que querían hacer saliendo de la carrera;
dedicarse a la investigación, desarrollar empresas o hacer docencia. Muchos
tenían experiencias propias que los llevaron a estudiar biomédica: familiares
enfermos, amigos que habían muerto por una enfermedad o empatía por otros que
sufren. Todos teníamos una razón.
Algunos querían hacer
neurociencias, otros hacer investigación en rehabilitación. Tenía compañeros
muy buenos para la programación y imagenología y otros más muy buenos para
cuestiones de instrumentación médica.
Con el paso del tiempo empecé a notar que muchos de esos objetivos
empezaban a cambiar y nos dimos cuenta que el mundo no era como esperábamos,
que muchas veces debemos tomar decisiones necesarias para salir adelante y que
nuestro plan de vida cambia.
Al final del día, la mayoría de
nosotros terminamos haciendo ingeniería clínica, ventas o servicio. Por alguna
razón nos volvieron a decir: esto es lo que hay, ¿lo tomas o lo dejas? De
verdad entiendo que debemos hacer actividades que nos “dejen” dinero y también
entiendo que el mundo no funciona como nosotros esperamos.
El mayor desarrollo de la
ingeniería biomédica está en el área de ventas, especialista de producto o
ingeniería de servicio ¿eso es todo lo que hay?, no realmente no, pero es sin
duda el área donde encuentras más trabajo, más oferta y opciones de salir
adelante. La vida se trata de luchar por tus sueños, pero también necesitamos
llevar comida a la mesa. ¿qué hacemos entonces? ¿Cómo podemos empezar a
construir aquello que queremos?
No me gusta dar consejos, porque
la realidad es muy compleja, tan llena de altos y bajos, condiciones,
limitaciones y oportunidades. Pero creo que, si podemos buscar aquello que nos
apasione, intentando mantener ambas caras de la moneda. Es apostar, sabiendo
que puedes perder o ganar en el intento, ¿pero que va? La vida es tan corta y
nos vamos cuando menos lo esperamos.
El tiempo es el principal
problema; la mayoría de las empresas, instituciones, exigen tiempos y la
demanda de trabajo es constante. Entiendo que salir de este ciclo es lo más
complicado de hacer y, por tanto, casi imposible de lograr. Creo que debemos
empezar por buscar opciones.
Idear un plan, escribirlo,
detallarlo, establecer rutinas y cumplirlas diariamente. Un problema muy grande
que yo he visto en las universidades públicas; es que no llevamos materias de
desarrollo humano. Una materia que debemos tomar desde primer semestre, desde
el primer día.
¿Qué quiero de mí? ¿que espero
lograr en 4 años? ¿qué herramientas necesito para ser un buen profesional? ¿qué
hábitos debo adoptar en este momento para adaptarme al cambio al salir buscar
trabajo?
Bueno, empecemos:
1. Aprende a escribir y redactar correctamente: Yo tengo el hábito de escribir diariamente. Compra una libreta y escribe al empezar tu día y al finalizarlo. Desde el momento en el que empiezas, hasta antes de ir a la cama. Este ejercicio te hace más consiente de tu día a día y evalúa tu comportamiento, tus palabras, tus decisiones; curiosamente aprendes a verte desde afuera, con perspectiva de un análisis más objetivo de tu persona.
Lograr vislumbrar tus errores, tus aciertos y establecer acciones que ayuden a mejorarte como persona. Muchos de los problemas actuales, suceden porque no tomamos decisiones conscientes de aquello que sucede durante nuestro día. Te darás cuenta que hay hábitos y comportamientos que en nada te benefician. En mi caso personal, me ha ayudado a entenderme bajo mis errores y mis defectos. Por ejemplo; yo tengo el mal hábito de posponer las cosas y hasta que no son urgentes, las realizo. Hábito que estoy sustituyendo por la regla de los 3 minutos. “SI TIENES QUE HACER ALGO Y TE LLEVA MENOS DE 3 MINUTOS, HAZLO AHORA”
2. Escribe para otros: Una cosa es escribir para nuestra forma de pensar, para nuestra manera de interpretar la realidad y otra muy diferente cuando tenemos que expresar algo para un tercero. Ahí empieza el arte de la comunicación. ¿Cómo hacemos para que más personas conecten con nuestras ideas? Bueno, salte de tu traje técnico y busca el vocabulario popular. Dice un dicho: “La belleza está en la simpleza”. Entonces, ¿cómo le hacemos para escribir de una manera práctica y digerible? Intenta explicar una idea compleja a un niño de primaria. Me encanta hacer este ejercicio. Una ocasión un profesor nos preguntó ¿saben que es amperaje? ¿creen que saben que es amperaje? Muchos de nosotros teníamos a la definición abstracta de la ley de OHM, pero, al momento de querer explicarla de manera sencilla, no encontrábamos las palabras. El profesor tenía razón, no entendíamos lo que según nosotros sabíamos.
El éxito del buen comunicador está en trasmitir ideas complejas a un público sencillo. Ese es el secreto de grandes raperos, artistas o políticos, saben conectar con la gente. Piénsalo un momento, si la realidad se construye con palabras, debemos ser buenos expositores y comunicadores. La buena comunicación abre puertas y consigue trabajos, créeme, si eres introvertido, comienza hablar un poco más, te servirá mucho la confianza.
3. Habla con extraños: Yo era una persona muy tímida, me daba miedo entablar una conversación y mirar a los ojos; curiosamente, quien no te mira a los ojos te causa desconfianza. Pasaron años para entender eso. Así que tenía que tomar cartas en el asunto, comencé hablar con extraños en el camión. Llegaba y me sentaba, y les preguntaba ¿cómo ha ido su día? Y ellos al principio se mostraban desconfiados, pero conforme avanzaba el camión, no les quedaba de otra más que contestarme o cambiarse de lugar, ni modo. Debo admitir que muchas veces me batearon; pero fueron más aquellas que entablaron una conversación conmigo.
En esos ejercicios comprendí que las personas les encanta hablar de sí mismos y que si escuchas con atención, desarrollarás algo llamado “inteligencia social” que es la capacidad de escuchar, entender, empatizar y decir las palabras correctas en el momento y lugar correcto. No fue algo de un día, lo he perfeccionado durante muchos años y aún me equivoco. Pero sin duda, eso me ha generado confianza en mí mismo y la capacidad de llevar una conversación con cualquier tipo de persona. Eso en la biomédica sirve muchísimo, ya que tratas con todo el personal de salud y eso es algo muy complejo.
4. COMPRA UNA LIBRETA Y ESCRIBE TUS ACTIVIDADES DEL DÍA: Parece algo muy tonto, pero el tiempo es un recurso súper valioso y más cuando quieres avanzar. La vida se nos va en actividades poco trascendentales y olvidamos las que realmente nos aportan un crecimiento. Creo que, si nosotros dedicamos el mayor tiempo a realizar actividades de inversión, pienso que lograríamos más en poco tiempo. Cuando viajaba a la escuela en el camión, mi traslado duraba hasta 1 hora y media. En ese tiempo me gustaba dormir. Acomodar mi chamarra, usarla como almohada y dejarme llevar. Pasado el tiempo entendí que podría aprovechar más ese tiempo leyendo. Así que me propuse a leer un libro por mes y ¿sabes qué pasó? Llegué a leer hasta 3 libros al mes, tan solo dedicando 3 horas de viaje al día. ¿imaginas si todos hiciéramos eso? Para empezar, tendríamos un vocabulario muy rico en palabras y nuestra forma de ver el mundo cambiaría profundamente. Voy admitir que no fue fácil, pero “mi mente sabe” diría el rapero Santa Fe Klan. Con el paso del tiempo, mejoré mis tiempos de lectura, sin mencionar que, gracias a esos libros, tengo una forma un poco más ordenada de entender el mundo que me rodea. Eso de que el conocimiento es poder, tiene mucha de razón.
5. LEER DE POLÍTICA, CIENCIA, ARTE, COMEDIA TODO LO QUE PUEDAS: Este va con el consejo anterior. Leer es un hábito que muchas veces en la ingeniería no desarrollamos, a lo mejor porque nuestro pensamiento se fundamenta más en la lógica. Pero debemos admitir que leer no te hace mejor persona, pero, si te brinda conocimiento más amplio para entender la realidad y conocer el origen y las consecuencias de muchas cosas que te rodean. Comprender porque pagamos impuestos, el origen de las especies, como se expande el universo, que tipo de gobierno administra actualmente, cuáles son mis derechos y obligaciones, ¿existe la vida después de la muerte? Entre muchos otros cuestionamientos. Leer te hace una persona interesante, con la que es muy fructífero compartir puntos de vista, además también sirve para ligar, no olvidemos el dicho “Verbo mata carita” eso está comprobado.
Hasta aquí voy a compartirte estos consejos, que a lo mejor pueden servirte. No son consejos millonarios ni métodos para alcanzar el éxito; son consejos que me han servido de mucho, para conseguir un buen trabajo, hacer una empresa o simplemente escribirte este blog. Mañana compartiré 5 consejos más que me vengan a la cabeza, por ahora, a descansar, buenas noches.
Beto de biomédica.