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lunes, 17 de febrero de 2020

BLOG- 48 Menos exámenes, más proyectos como herramienta para mejorar la ingeniería biomédica desde la universidad:



Biomédico recién egresado ¿cómo se lo chinga el sector? Explótalo, humíllalo, desmotívalo y págale 5 mil pesos al mes. Empresa de servicios recién fundada ¿Cómo se la chinga el sector? Pídele que baje los precios y aparte de eso, pídele tu porcentaje de mochada(soborno). Investigador biomédico ¿Cómo se lo chinga el sector? No lo apoyes, no hay tiempo para la tecnología, mejor deja la investigación y búscate un trabajo de verdad.

¿Quién es el pinche sector culpable? Lamentablemente nosotros. Hay te va un ejemplo desde mi experiencia.

Durante la escuela, fui muy afortunado al tener la oportunidad de trabajar como técnico en mecatrónica en un hospital.  A mis 18 años empecé en este mundo de la biomédica, realizando las actividades más sencillas dentro de un departamento de ingeniería biomédica.

¿Sabes que significó eso? Bueno, al mismo tiempo que estudiaba mi carrera, ya me estaba desarrollando en sector laboral. Sucedió algo interesante: maduré en muchos aspectos, pues mientras avanzaba en la escuela (con mucho pinche sacrificio) también lo hacía en la hoja de vida profesional. Ya sabes, entrar a la escuela a las 8:00 am de la mañana, salir a las 14:00 pm, entrar al hospital a las 14:30 pm y salir a las 22:00 pm de la noche, para ir a casa y continuar con las tareas (muchas de esas tareas no se hicieron, lo siento mamá).

En aquel tiempo empezaba a realizar mis primeros servicios básicos: que revisa el esfigmomanómetro, que revisa el sensor, que lleva esta bomba de infusión, que ve a revisar la cama que no baja etc… La verdad me gustaba muchísimo y fue cuando comencé a compartir mis primeras fotos con descripciones de lo que hacía. ¿Por qué lo hacía? Pues porque al pinche beto de biomédica le apasiona lo que hace y ni modo.

Eso no lo entendieron muchas personas y empezaron a tirar mierdecilla.
Decían que era un presumido, decían que no era lo suficientemente listo para estar ahí, ¿que que andaba haciendo en un hospital?, cuando académicamente no destacaba… En pocas palabras intentaron medirme con su misma vara, sin entender que no todos tenemos las mismas condiciones. Putos.

Lección 1: Lamentablemente en la biomédica no se tienen amigos…
Estábamos en una clase y un profesor nos dijo: Observen a su lado izquierdo y derecho, cada uno de sus compañeros es un puesto de trabajo y todos van a competir por él. Tomen en cuenta que en León Gto, no hay tantos hospitales y solo los mejores van a lograr posicionarse en uno.
Muchos de mis compañeros se tomaron muy enserio eso, que triste, el mundo es demasiado grande y para la biomédica mucho más…

Pues como les contaba, yo estaba bien emocionado por mi trabajo. A los 18 años, ya estaba en un departamento de biomédica y eso no les agradaba a muchos de mis compañeros. Con decirte que muchos de ellos ni siquiera se tomaron la oportunidad de conocerme e invitarme una cerveza, lástima, somos arrieros y en el camino andamos.
En fin, en ese tiempo empecé a darme cuenta que muchos de los problemas de la ingeniería biomédica, se pueden resolver desde la escuela y para eso muchos de nuestros profesores, deben de poner en práctica mucha de la filosofía que aplicamos en la industria, para ser más específicos, en los negocios.

1.       El trabajo en equipo es más valioso, que el trabajo individual
2.       Nada es personal, toda crítica es para crecer
3.       La conciencia colectiva construye y sana problemas sociales
4.       La única manera de ser un gran vendedor, es practicando la empatía.
5.       Dime como hablas y te diré quién eres.
Pienso que el problema medular de las universidades, es que nos crean un pensamiento individualista. Nos hacen creer que el mundo se diferencia entre personas de 10 y personas de 7. Nos mantienen en una constante competencia, en la que siempre buscamos el beneficio propio y olvidamos el objetivo más importante de la universidad: Hacer amigos.

Bueno sigamos.

En ese tiempo, en la universidad se corrió el rumor de que trabajaba en un hospital y por consecuencia, se empezó a difamar muchas de mis actividades. Imagínate, llevo más de 8 años aguantando ataques ¿te imaginas la resistencia mental que desarrollé? Que vengan más piedras, a mis 26 años, puedo soportar las que gusten.

Si no tienes enemigos, créatelos… Hay mucho de razón en ello.
Pues me valió madre y seguí con mi vaina.

Cuando empecé a entender el mundo laboral, desde la perspectiva de un estudiante y técnico en biomédica, comprendí que mucha de la problemática viene desde la universidad, porque egresamos con muchos complejos de superioridad, mucha competencia y con la deficiente habilidad de trabajar en equipo.

¿Cuántas empresas no nacen por el pensamiento individual?

Si como hacíamos equipos para las pedas, tuviéramos el mismo interés para hacer una empresa, todos crearíamos mejores condiciones de trabajo para los que vienen atrás.
¿Te das cuenta como la universidad te va formando una estructura de pensamiento? ¿qué te hace creer que todo cuanto existe lo mereces? Aquí otro problema.

Sigue existiendo una gran distancia entre el sector académico y el sector universitario. Las universidades continúan atiborrando de información las líneas curriculares, sin entender que la biomédica no es un tema aislado y que depende de sectores económicos, sociales y políticos y por consecuencia debe existir una correlación entre lo que demanda la industria y las habilidades que desarrollamos en las aulas.

Ya, no me distraigan, déjenme seguir, que la cosa se puso caliente.

Durante mi estancia en la universidad y en el hospital, entendí que no basta con tener oportunidades, también entendí que, si en tus manos está dar esas oportunidades, debes compartirlas. Por lo que decidí invitar a mis compañeros de la universidad, a que conocieran mi trabajo en el hospital.
Solicité un permiso para llevarlos de paseo. Ahí es cuando comprendí que te puedes convertir en un catalizador de cambio. Para serte sincero mucha de esa gente que en su momento apoyé, cuando menos lo esperaba, me dieron la espalda. A pinche beto de biomédica, no entiendes cabrón, que no puedes esperar la misma lealtad que tu das, ni modo, nunca he sido de mente pequeña.

Segunda parte: Emprender la Intelligeomédica

¿Cómo matas a una empresa de biomédica? Bájale sus costos, regatéale sus servicios y aparte pídele soborno…
Te voy a contar una historia, ¿listo? Me vale, al igual ya no me estás leyendo y yo aquí como tu pendejo bien emocionado.

Pues hicimos empresa. ¿Cómo empiezan las empresas? A mucho trabajo, a muchos sustos, a mucha inversión sin retorno.

Pero antes te voy a inyectar de contexto:
1.       Apoyas a tus compañeros para que consigan su primer trabajo.
2.       Esperas que exista esa lealtad de apoyo de regreso.
3.       Les entregas su primer trabajo, les das poder.
4.       Vas bien ilusionado para que te den chamba para tu empresa.
5.       ¿Qué crees? Que te piden mochada o te cierran las puertas. ¿porqué? Muy sencillo, quieres conocer a una persona, dale poder, entrégale un poder que le fue cedido sin esfuerzo, ya me entenderás.

Entendí que no todos tenemos el mismo nivel de visión, hay personas con criterios cortos, que no alcanzan a ver las oportunidades presentes y futuras. Te daré un consejo que no me pides: Aléjate de gente de talla pequeña, que por más estudios que tengan, jamás los harás salir. Son pésimos clientes y malos amigos.

¿Por qué sucede eso? Porque el pensamiento individual formado desde la universidad, sigue guiando sus pasos y pensamientos. Porque tristemente hay personas dispuestas a matar al otro, con tal de ganar 5 mil pesos, sin entender que esas acciones suman de manera negativa toda la profesión.
Los primeros ataques fueron como estudiante, posteriormente siguieron los ataques hacia mi empresa (que actualmente siguen), que buscan difamar nuestro trabajo. Es así como nos matamos unos con otros, en lugar de construir una conciencia colectiva.

En la universidad se desarrolla un pensamiento individual, debemos apostar por el trabajo colectivo. En la universidad nos indican que, para pasar una materia, debemos echar de la hoja de un examen, debemos apostar por los proyectos integrales, donde haya personas de otras especialidades, con otros contextos y otros puntos de vista, en la universidad nos atiborran de información que vamos a olvidar cuando salimos, debemos apostar por el manejo y desarrollo de habilidades como la empatía, el criterio, la crítica, la duda y el constructivismo.

Si empezamos por trabajar en valores, en la conciencia social, en la formación integral de profesionistas que buscan el bien común, la creación de empresas es cuestión de tiempo. El país no necesita más “chingones”. El país necesita grupos organizados, dispuestos a trabajar en conjunto para mejorar su entorno.

Si queremos una mejora en el sector biomédico, debemos empezar por decirle al profe: Menos exámenes, más proyectos.

#pinchebetodebiomédica


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