Muchas veces he intentado ser fuerte y
afrontar mis deficiencias, pero entiendo que es un proceso lento, acompañado de
mucha práctica y construcción, victorias y frustración. Pienso que somos parte
de un plan más grande, nosè si divino o circunstancial, que solo comprar una casa
y un auto y esperar la muerte.
(Lección 1: nunca, nunca te
conformes, busca, lucha). Pienso que la biomédica me ha dado un sentido de
pertenencia, en el cual siento que soy útil al mundo. Ya sabes de que va: El
efecto mariposa. Todas nuestras acciones determinan el cambio del giro en el
globo terráqueo.
Tranquila, tranquilo, al final
de cuentas solo vamos de paso, menos cicatrices, más huellas dice mamá.
La biomédica es la herramienta
científica que busca mejorar la calidad de vida y lo que más me gusta de ella,
es que muchas veces nadie sabe que existimos, somos una especie de súper héroes
anónimos, invisibles y con cierto conocimiento, que calculan, que cuentan y
miden las señales eléctricas que se diferencian de la muerte. Es complicado
tratar de explicar a que nos dedicamos, como tan fundamental vender lo que
hacemos, a veces nosotros ni siquiera
sabemos a dónde vamos. Lección 2: Es normal sentirte perdido, realmente todos
lo estamos y quien intente negarlo, está más perdido en sus propios laberintos
oscuros.
¿Cómo les explicamos a las
personas nuestro trabajo sin morir siendo bioquímicos? Pienso que estamos
ubicados en una ingeniería muy humana, una ingeniería que todo el tiempo está
pensando en cómo mejorar la experiencia de vida de personas que no conocemos. ¡Aquí
esta! Mi definición:
La biomédica es aquello que
busca mejorar la vida de personas que no conocemos, las cuales agradecerán a
todos, menos a nosotros.
Si yo te contara la gran
cantidad de sustos y experiencias que he sumado a mi CV de vida. Los regaños y
personas que mueren a diario, presas de una enfermedad, de la negligencia
médica o de simplemente el tiempo de la muerte, entenderías que la biomédica
tiene un alcance, tan profundo, que no acabaríamos de contar a las personas que
hemos ayudado a salvar sin darnos cuenta.
Todos en algún momento
quisimos construir un brazo de Iron Man, incluso yo intenté ligarme a una chava
en una peda, diciéndole que algún día materializaríamos brazos, riñones artificiales
o sistemas de bioinformática y créanme, no me funcionó. Pienso que no es tarde, aunque creo que hay
problemas pendientes que debemos primero resolver: Equipamiento médico para una
mejor atención, mejor gestión de recursos para que ya no se los roben, mucha
enseñanza para reducir las estadísticas de muerte por accidente clínico y mis
técnicas de ligue.
Mientras pensaba en cómo
desarrollar un riñón para un familiar (el dolor de tener a un familiar con
alguna enfermedad crónico degenerativo es cruel, porque sabes que nunca se va
curar y que tentativamente se va ir primero que tú) me di cuenta que había
cosas tan básicas que eran necesario resolver: Instalaciones para el
tratamiento de agua para pacientes nefropatas, hospitales comunitarios sin monitores
de signos de vitales o quirófanos con máquinas de anestesia sin ninguna
seguridad ventilatoria. (Dios nos guarde siempre de una distención pulmonar o
apnea). Amén
Sí, me di cuenta de tanto que
falta, espero que alguien más listo, en unos años, pueda sorprendernos y darnos
la oportunidad de regalarnos más vida, hoy muchas personas no volverán a casa
después de pasar por la terapia intensiva.
Estudiar biomédica me hizo una
persona más sensible, más en conexión con personas que no conozco ¡te has
preguntado la magnitud que tiene el empleo de la tecnología en la recuperación
de un paciente? A veces la rutina nos hace olvidar muchas cosas, a veces
nosotros mismos somos los causantes de que no nos valoren o reconozcan y es
necesario de vez en cuando detenernos a preguntar:
¿Diariamente lo que hacemos
nos está llevando a dónde queremos?
Una ocasión me tocó presenciar
la muerte de un paciente y ver como poco a poco su onda ECG y su complejo QRS
comenzaba a convertirse lentamente en una línea isoeléctrica (vive, de todos modos,
alguien va adjuntar tu comprobante de defunción a tu historial). El monitor
empezó alarmar y los médicos dijeron: No podemos hacer nada. Eso me cambió por
completo, pues a pesar de que no lo conozco y no me conoce, ambos ya estábamos despidiéndonos.
Nos vemos en otra vida señor, ojalá en condiciones para tomarnos una cerveza.
He visto a muchas personas
morir y he aprendido que la vida es frágil y debemos hacer de ella un
recreo. Cuando en la escuela aprendí
sobre el corazón, los nodos sino auriculares, las válvulas cardiacas o células
de Purkinje, comprendí que todo esto no es coincidencia y que la biomédica
busca simular su comportamiento eléctrico con montón de electrónica, me
cuestioné:
¿Y si Dios se graduó de
biomédico? Si, está fumado, pero de igual manera nos puede sorprender. Igual
llegamos al cielo y nos dice: Después de tantos capacitores quemados, ayudaste a
mejorar algunas vidas, pasa, en el cielo tenemos infinidad de capacitores para
que los explotes como palomitas.
He sabido de casos, donde las
personas al ser tratadas por un desfibrilador en malas condiciones mueren y eso
nos hace cómplices. No nadamas al biomédico del hospital, también a toda la
comunidad. Un paciente muerto por negligencia tecnológica es un indicador de
que nuestro trabajo aún no está terminado.
En ocasiones no encontramos la
inspiración necesaria para amar a la biomédica y es que para serte sincero no
es tan fácil. Muchos sabemos que no era como lo pintaron en la escuela, muchos
de nosotros al egresar no encontramos aquello que nos hiciera felices, tal vez
porque tuvimos que acoplarnos a resolver nuestros problemas primarios y
perdimos la capacidad de soñar.
Podríamos hablar del
conocimiento que tenemos en medicina e ingeniería, podríamos decir que la
biomédica es una carrera difícil y solo estudiada por genios, pero déjame decirte
algo importante que no te dijeron en la escuela:
Todos, absolutamente todos,
somos prescindibles. El día menos pensado, te dirán muchas gracias, tus
servicios ya no son requeridos. Ese día comprenderás que es importante tomar decisiones
trascendentales para tu vida y que entre más pronto mejor.
Una ocasión me tocó ver morir
a un recién nacido, el cual estaba instalado en la incubadora. El pequeño ya no
tenía manera de vivir, estaba muy débil. Cuando estaba agonizando, lo primero
que pasó por mi mente fue: ¿Funciona bien la incubadora? Puede parecerte tonto,
pero de alguna manera yo quería que sus últimos minutos de vida fueran bonitos.
No tengo el conocimiento clínico para ayudarlo, pero si tengo el conocimiento
tecnológico para mejorar su corta estancia.
Si, la biomédica me ha traído
muchas experiencias tristes, otras que me han hecho reflexionar y otras en las
que me asustaron vilmente. He peleado con muchos doctores y más de una
enfermera me ha recordado el mes de abril. He conocido a muchos colegas que me
han brindado su mano y hay otros que a mis espaldas me siguen tirando tierra.
Chavos, cuanto todo esto termine, aquí seguiré estando.
ESCUCHA CON ATENCIÓN:
Posiblemente hoy tuviste un
mal día, posiblemente hoy tienes dudas acerca de tu futuro, posiblemente no
encontraste un buen trabajo o estás por renunciar, posiblemente ya no puedes
con la escuela o simplemente perdiste motivación.
NO ABANDONES
La vida te ha puesto en este
camino, con el único objetivo de completar el plan al que fuimos enviados:
Mejorar con nuestra presencia este mundo.
La biomédica es una carrera
tan hermosa, porque no nadamas ayudas a 1 persona, ayudas a miles de personas
de un jalón. Porque mediante la ingeniería buscarás nuevas maneras de hacer las
cosas y con ello, ya estarás trascendiendo.
Te voy a dar un consejo:
Aprende a fracasar, se el
mejor siendo constante.
No eres bueno para las mates,
se constante.
No eres bueno para vender, se
constante
No eres bueno para hablar en
público, se constante
Para que al final del día
digan: Mira a ese vato, mira a esa morra, ahí como los ves, son bien pinches
tercos y aparte ingenieros.
No abandones, todo esto irá
mejorando paulatinamente, cumple con estar, la vida se encargará de llevarte.
Gracias biomédico.
Beto de biomédica