Estoy esperando el elevador, se acerca una compañera
enfermera y me dice: oiga compañero, en cuanto tenga oportunidad puede pasar a
urgencias, al parecer el baumanòmetro de choque tiene una fuga, pues cuando
insuflo, pierdo presión.
Me impresiona su educación, su conciencia del tiempo de los
demás y sin duda su amabilidad para levantar un reporte. Han pasado tantos años
desde la primera generación nacional de biomédica y pareciera que fue ayer
cuando apenas se dirigen con el respeto que todos merecemos.
Claro-contesté, con mucho gusto paso en un momento, solo
debo hacer otro reporte. Pero en cuanto termine, lo resolvemos.
Pita el elevador, avisando de su llegada al piso. ¿Nunca han
sentido una sensación de alivio cuando llega un elevador, se enciende el foco y
abre la puerta? Yo siempre cuando ya está finalizando el día y no tengo la energía
(y condición física) para subir
escaleras.
Al abrirse la puerta, lo primero que cruza nuestra vista es
un camillero, trasladando a un paciente en la camilla. ¿Parece trabalenguas no?
Camilla, camillero, camillero camilla, ahora dilo rápido y con pinole. En eso,
el camillero intenta sacar al paciente, pero hay un problema, la camilla no
logra pasar por el elevador. Estamos estupefactos, observando dicho
espectáculo. Para acabarla de fregar, el elevador está a desnivel. ¿Qué quiere
decir? Que no va bastar que la camilla salga del elevador, si no también, que
el camillero deberá tener la fuerza suficiente para elevarla y saltar dicho
obstáculo.
Imagínalo, el peso normal de la camilla, su interrelación
con la aceleración de la gravedad, fuerza necesaria para vencer su resistencia,
la constante de fricción y el plano inclinado del elevador. Quien haya diseñado
y construido este elevador, no tenía claro que era para un hospital y le
faltaron clases de mecánica clásica.
En eso y después de cada uno de mis pensamientos e intentos
le dije al camillero: Amigo, tranquilo, la camilla, como los pecadores en la puerta
de San pedro, no pasaran. Será necesario que subas a piso y cambies al paciente
de camilla.
El camillero me miró fijamente a los ojos, estoy seguro que
me recordó el 10 de mayo, enojado, regreso a su posición y subió al paciente.
Vamos hacer un retroceso en el tiempo:
Tengo un terreno, y quiero construir un hospital, decido
hacerlo de 3 pisos y con ello instalar un elevador. Busco en internet empresas
de elevadores y solicito cotizaciones. Me decido por la empresa más barata y le
llamo. Me hacen un diseño del elevador y los instalan. Estoy muy feliz porque
mi elevador funciona y sube y baja gente. Pero hay un problema interesante que nadie
planteó: El elevador prende, sube y baja, ¿Pero realmente es clínicamente
funcional? Nadie se hizo una pregunta fundamental:
¿Por este elevador se pueden ingresar camillas de cualquier
dimensión? En caso de trasladar camillas ¿Qué tipo de estabilidad técnica deben
tener? No olvidemos que una camilla en un elevador, es tan inestable, como yo
emocionalmente cuando era emo. Y sin
olvidar: ¿A quién se le ocurre poner una rampa en la puerta de un elevador?
Los camilleros y personal de nutrición me entenderán.
¿Comprendes la gran necesidad de ingenieros biomédicos en
los hospitales? No entiendo porque muchas empresas de construcción, obras
civiles y arquitectura, dedicadas al gremio clínico, no contratan ingenieros
biomédicos para el apoyo y diseño de planos arquitectónicos. Es vital. ¿Cómo
podemos resolver el problema del elevador y el camillero enojado? Vamos a bajar
en tirolesa a los pacientes.
Muy a pesar de que en la escuela nos brindan las prácticas
profesionales durante 6 meses, no es un tiempo suficiente para desarrollar las
actividades necesarias para sobrevivir en la vida. Para contar con las
competencias más resolutivas, necesitamos dedicar más tiempo a la vida
hospitalaria.
Independiente a que quieras dedicarte a la docencia, a la
investigación, ventas, clínica o servicio, es de fundamental que estés comiendo
hospital, cuando no estás en la escuela.
Dentro del mapa curricular de las universidades, encontramos
direccionamientos académicos muy bien planteados, aunque no necesariamente
aterrizados con la demanda laboral existente. Las empresas prefieren contratar
personas con experiencia, ya que el tiempo de capacitación, enseñanza y gastos
se reducen considerablemente, en comparación con alguien inexperto.
Por eso es importante asistir en cuanto te sea posible a un
hospital.
Otro factor determinante por el que recomiendo estar en un
hospital desde los primeros semestres, es que estableces más pronto a que quieres dedicarte. Muchos de
nosotros a los 18 años aun nos comemos los mocos, y realmente no sabemos a
dónde vamos. Tienen que pasar 5 años para que definamos bien nuestra vocación,
la biomédica es enteramente muy amplia y una vida no nos va alcanzar para
integrar tanto conocimiento. Ojalá que un día reencarnes y vuelas a inscribirte
a la carrera.
Estar en un hospital te hace más consciente. Entiendes que
tu trabajo implica a terceras personas, recuperaciones de terceras y algunos
muertos también. A veces nosotros no vemos directamente el sufrimiento por
enfermedades crónico degenerativas, y por tanto nos vale madre si el monitor,
el electro o la esterilizadora funcionan.
Ver a diario el sufrimiento ajeno, no te hace más frío, pero si te hace
más objetivo. O la máquina de anestesia funciona correctamente o no te vas a
casa, así de simple.
El contacto con más profesionales de la salud, hace que tu
perspectiva se amplíe y con ello, aspires a estudiar más, pues un hospital es
un mundo de preguntas, con poca gente dispuesta a responder. Y si te interesa
la investigación, ahí encontrarás tantas áreas de oportunidad.
Para muchos es una experiencia interesante e
importante en su desarrollo profesional, para otros la ingeniería clínica es
solo una rama más, de todas las demás. Para otros representa un trabajo
repetitivo, para algunos otros el área de especialidad más sencilla.
Pero nel pastel…
¿Te has preguntado porque razón existen muchos problemas en la
infraestructura de salud en México? Bueno, faltan biomédicos…
De acuerdo a variados estudios, podemos dar forma a mucha de la
problemática, basándonos en la información estadística, las tendencias sociales
y culturales e incluso en las regiones geográficas.
En listar un sin fin de problemas que día con día tienen que combatir
médicos, enfermeras, administradores…todos en el mismo equipo.
Pero bueno, no queremos hablar acerca de números, mejor hablemos de
experiencias…
¿Por qué es importante la labor del ingeniero biomédico?
En primera instancia, un ingeniero biomédico cuenta con los conocimientos
necesarios para hacer frente a muchas de las dificultades presentadas día con
día, vamos a poner algunos ejemplos:
1. ¿Qué pasaría si el esfigmomanómetro que utiliza una enfermera no está
correctamente ajustado y calibrado? Sin duda impactara de forma directa en la
administración de medicamentos y con ello determinar el tiempo de recuperación
de un paciente.
2. ¿Qué pasa si el negatoscopio no cuenta con la iluminación necesaria?
Eso da pie aumentar el error humano, si consideramos que quien interpreta la
placa no tiene buena vista…Honestamente no quisiera ser ese paciente.
3. ¿Qué pasaría si el monitor de signos vitales no cuenta con sus
alarmas correctamente activadas y en parámetros? Bueno, pues si un paciente cae
en paro, nadie se va dar cuenta.
4. ¿Qué pasaría si la camilla donde transportamos a un paciente se
desajusta de las llantas? Bueno el paciente caerá y con ello una demanda
segura.
5. ¿Qué pasaría si el vaporizador de una máquina de anestesia no entrega
la dosis correcta? Bueno, podríamos saturar los pulmones del paciente y con
ello causarle una variedad de daños, incluso hasta la muerte.
6. ¿Qué pasaría si el aire acondicionado de un quirófano no tiene el
flujo correcto? Bueno, aumentamos las probabilidades de infección…
Podemos dar una lista enorme de las consecuencias de no llevar una
correcta gestión del equipamiento médico, imagina por un momento la cantidad de
tecnología implicada en una terapia intensiva, en una C.E.Y.E, ¡En un área de
hemodinámia!
Como me dijo un profesor hace tiempo: si usted no sabe mecánica, no sabe
eléctrica, no sabe medicina ¿entonces para qué sirve?
“Somos la piedrita que incomoda aquellos que no entienden, que no saben
o que no comprenden que tratamos con vidas y por consecuencia, se cuidan”
Somos una perspectiva de la vida, con los ojos de la ingeniería.
Beto de Biomèdica